domingo, diciembre 30, 2007

Depresión.

Si me tumbo y no me muevo puedo oír la lluvia aunque no llueva. Si me tumbo y no me muevo puedo llorar sin que una lágrima caiga por mi mejilla. Si me tumbo y no me muevo puedo dejar de existir por un instante. Si me acurruca bien pequeñita en mi cama ya no ocupo espacio. Si me acurruco bien pequeñita en mi cama el ruido de mi respiración ya no se oye. Si me acurruco bien pequeñita en mi cama no existe el mundo de fuera.
Si la tristeza se apodera de mi ánimo dejo de creer en el sol. Si la tristeza se apodera de mi ánimo ya no suenan las canciones que resuenan en mi pecho. Si la tristeza se apodera de mi ánimo mis manos ya no se mueven para acariciar tu pelo. Si la tristeza me hace un ovillo el corazón mi corazón ya no late. Si la tristeza me hace un ovillo el corazón mis venas ya no transportan la sangre. Si la tristeza me hace un ovillo el corazón ya no se mueve mi esternón.
Si...

viernes, diciembre 28, 2007

Para las mamis

Hace días que le doy vueltas a un poema, no es muy navideño pero es muy bonito y muy triste...

Ya era muy viejecita... Y un año y otro año
se fue quedando sola con su tiempo sin fin.
Sola con su sonrisa de que nada hace daño,
sola como una hermana mayor en su jardín.

Se fue quedando sola con los brazos abiertos,
que es como crucifican los hijos que se van,
con su suave manera de cruzar los cubiertos,
y aquel olor a limpio de sus batas de holán.

Déjenme recordarla con su vals en el piano,
como yéndose un poco con lo que se le fue;
y con qué pesadumbre se mira la mano
cuando le tintineaba su taza de café.

Se fue quedando sola, sola... sola en su mesa,
en su casita blanca y en su lento sillón;
y si alguien no conoce que soledad es esa,
no sabe cuánta muerte cabe en un corazón.

Y diré que en la tarde de aquel viernes con rosas,
en aquel "hasta pronto" que fue un adiós final,
aprendí que unas manos pueden ser mariposas,
dos mariposas tristes volando en su portal.

Sé que murió de noche. No quiero saber cuándo.
Nadie estaba con ella, nadie, cuando murió:
Ni su hijo Guillermo, ni su hijo Fernando,
ni el otro, el vagabundo sin patria, que soy yo.
Jose Ángel Buesa.

viernes, diciembre 21, 2007

Yo creo en el matrimonio

Para los que no lo sepan zon7 y yo llevamos 7 años ininterrumpidos (se supone que estamos en la crisis de los 7, pero más bien, yo, estoy en la crisis del cuarto de vida). Es fácil de contar, es el último dígito del año. Ayer una compañera de trabajo de zon7, que esta casada, nos preguntó cuanto tiempo llevábamos juntos, a lo cual yo le pregunté cuanto tiempo llevaba casada y cuanto tiempo había salido con él. Ella respondió 2 años y 2 años, lo que hacen 4. Ante esto, zon7 dijo que nosotros llevábamos el doble, y ahí yo puntualicé, no vaya a ser que contemos de más y nos equivoquemos.
Bueno, el caso es que la conversación siguió por los derroteros habituales, ¿y qué esperan para casarse?, Uff que pereza... Y llegó la mítica frase "es que yo creo en el matrimonio". Últimamente todo el mundo se casa.
A ver, yo creo* en el matrimonio, y en el divorcio y en la separación de bienes y en las familias puñeteras y en los hijos y en las nubes y en la navidad y en millones de cosas más. Son cosas que puedo ver. También pienso que la mayoría de las cosas de esta vida son perecederas y tienen un ciclo de vida, eso te lo enseñan bien en mi carrera. Otra cosa es que tú creas que tu matrimonio va a durar. Puedes tener suerte y encontrar algo maravilloso que no caduque. Hasta ahí genial. Yo, soy más de vivir el día a día. Y zon7 y yo todavía no tenemos ninguna responsabilidad, ni ningún motivo por el que casarnos, estamos bien como estamos. Si me caso me imagino que será una cuestión de papeles, porque todo el mundo sabe que hoy por hoy zon7 y la que suscribe se quieren, no necesitas más muestras que pasar con nosotros una tarde. Somos como una película de Jack Lemon y Walter Matthau, con sus obvias diferencias. Mi padre dice que el lo paga todo pero que no me puedo perder la experiencia. Pero ¿qué hago si no me hace ilusión? No necesito un vestido blanco para demostrar que quiero a zon7, ni para demostrarme que él me quiere a mi.
Él sabe que tiene que pedírmelo y yo sé que tendré que hacer una fiesta con su familia. Son las condiciones de nuestro contrato.
Bueno, ahora que conocéis mi opinión al respecto os dejo que penséis en que creéis vosotros.
*Doy por sentado que existen, porque existen. Piensan luego existen.

martes, diciembre 18, 2007

La maldición.

Como tengo superpoderes, también existe sobre mi una maldición, que creí que no me seguiría hasta Madrid pero lo ha hecho. Resulta que cada vez que tengo que tender mucho llueve.
La semana pasada rompí la lavadora, el cierre. Reparación estúpida que no hizo falta ni llamar al técnico y la piececita cuesta unos 4 euros, gracias a dios. Este pequeño accidente no nos ha permitido poner lavadoras hasta ayer, que compre la pieza. Así que ayer pusimos dos lavadoras, porque además la crolls esta (marca que no había oído en la vida y que no aparece por internet pero que es muy buena) no tiene mucha capacidad, no como en mi casa, que es mi LG bonita, ENORME, de carga superior y sencillita de usar. Por cierto, si alguien sabe como funcionan los programas de una Crolls, en la rueda tengo una |P(supongo prelavado) ABC (supongo lavado normal) |DE |G, que me lo explique que en innete hay millones de personas con el mismo problema.
Bueno pues la lavadora esta me odia, pero no más que yo a ella. Es la conclusión que he sacado porque no puedo abrirla y zon7 va y la abre sin problemas. Ahora es porque no la dejo reposar suficiente.
Pues eso que ha llovido despues de 9 días de sol increibles en los que podía tomar el sol desde la cama :( Qué duro es estar lejos de casa (aunque sea yo quien se lo ha buscado).

jueves, diciembre 13, 2007

Warhol sobre warhol. Fotos de colega.

¿Por qué algo tiene derecho a ser expuesto con el único reconocimiento de que esta relacionado con alguien importante? Me explico. El otro día fuimos a la casa encendida a ver la exposición Warhol sobre warhol. Hasta ahí bien. Había unos cuantos retratos de Warhol pintados por otras personas a las que yo no conozco. Aquí sale a relucir mi incultura pictórica, que es mucha. Fotos hechas con sus amigos o haciendo él tonto con ellos o de el haciendo el tonto o de él sacándole una foto a alguien que le saca una foto, lo lamento pero no lo entiendo. No sé que interés pueden tener. Es como prensa rosa en un museo. Era un artista, pero no por ello todo lo que hacía era artístico, iba al baño como los demás. Había unas cuantas obras rodeadas de fotografías personales, de fotografías extrañas y de las fotografías que le servían como base para lo que hacía.
De todas maneras al final valió la pena. zon7 encontró una obra que le gustó porque se mezclan realidad y dibujo. Dice que le recuerda a un videoclip. Era otra composición de estas:
Y yo encontré la mía que es una de zapatos, con textura, polvo de diamante sintético y relieve, de su época shadows y glam, que me llamó la atención y que no he encontrado por la red.

Libre acceso a la información...

Probemos un experimento. Vamos a pensar que esto es una película. La batalla tiene lugar en Internet, el objeto de la disputa el libre acceso a la información. Tenemos dos grandes contrincantes el status quo, el poder, y la resistencia, los rebeldes que quieren derrocarlo. El status quo serán las multinacionales. Pensemos que, los rebeldes son los hackers, en el sentido amplio de la palabra. A ver, lo explicaré mejor, los que cogen una serie y cuelgan un capítulo en Internet, lo que consiguen que el sistema operativo de Apple funcione sobre un PC normal, es decir, los que liberalizan la información. Y también tenemos a todos esos millones de personas que están en medio en esta guerra cruzada, aquellos que simpatizan con ambos bandos. Sí, esas personas que se descargan una serie porque ponen una excusa cualquiera y a su vez entienden y apoya a los que luchan por defender el trabajo de los demás, porque al fin y al cabo la producción de información es trabajo. Remunerado o no, producido como afición, como medio para ganarse las habichuelas o porque se tiene algo que decir, toda la información que se produce es trabajo. Hasta aquí ya tenemos los actores principales y el tema central de la película. Recapitularemos. Multinacionales, resistencia y gente normal son los actores. Diferencias irreconciliables sobre la libre circulación de la información como móvil del enfrentamiento, ya que unos controlando los medios de distribución ganan dinero.

sábado, diciembre 08, 2007

¿Es este el trabajo de tu vida?

Esta es una de las preguntas con las que te puedes encontrar en una entrevista. Llegados aquí, yo tengo una pregunta, ¿con 26 años alguien sabe cual es el rabajo de su vida? Mucho menos sin haberlo probado. Si digo la verdad, yo no tengo nada claro que quiero hacer con el resto de mi vida. Creía que quería ser creativo publicitario, pero no me siento cómoda diseñando. No me quieren como ejecutivo de cuentas junior. Creo que me gustaría algo relacionado con la comunicación global en una empresa o programador de parrillas televisivas. Pero no lo sé. Me gusta escribir, me gusta la gente y hablar, me gusta buscar ideas pra vender cosas... Pero no sé exáctamente que quiero hacer el resto de mi vida.
Para mi es como que con 15 años te pregunten si alguien tu ligue o tu novio es el hombre de tu vida. Si tu vida se acaba a los 16 pues probablemente sí, en caso contrario, la vida lo dirá.
Yo ya me he equivocado tantas veces en lo del trabajo que no tengo claro nada. Bueno, una cosa sí, me aburro mucho si no trabajo.

domingo, diciembre 02, 2007

I'm sorry

Se me murió el ordenador y creo que no tendré innete hasta el miercoles que viene. Parece que la tecnología se está aliando contra mi ^^. Habrá que ver como lo arreglamos, porque es dificil escribir aquí. Aunque tenga ganas de despotricar sobre lo horribles que son las entrevistas de trabajo y lo mal que las hago o por qué en madrid entras a los sitios y te asas y sales y te congelas o reconocer que adoro el metro y que por ahora no me importa andar.
Hoy por fin vemos nuestra habitación así que me tengo que ir a planchar y hacer tiruriru.

jueves, noviembre 15, 2007

Errores

He estado pensando en errores. Todos cometemos millones de errores en nuestras vidas. Pero existen errores más grandes que otros. Yo no he cometido grandes errores, de esos que vuelven la vida de uno del revés. Pero he cometido millones de errores, por lo visto soy increiblemente adicta a ellos. Pero lo que unos pueden considerar un error yo a veces lo considero algo que tenía que hacer. Y lo considero así porque me ha reportado cosas con las que, visto desde aquí, considero que mi vida no estaría completa. O tal vez sería una persona totalmente diferente sin ellos. Así que yo no pienso que sea cierto aquello de los errores también se aprende. Pienso que de los errores se aprende. Y tal vez de los errores se aprende más y se sacan las cosas maravillosas de tu vida. De los errores aprendes quien eres. Los errores fortalecen el carácter, te hacen superarte y cambiar, y crecer. De los errores a menudo sacas a personas maravillosas sin las que tu vida estaría incompleta.
Dadme a una persona que no halla cometido errores y que se lo hallan dado todo hecho, probablemente esa persona no soporte un revés de la vida, es una persona que no se conoce, es una persona que no se ha puesto a prueba. En cambio, una persona acostumbrada a superar dificultades y a sacarse las castañas del fuego quizás este un poquito más quemada pero se lo jugará todo para salir adelante. Además conoce sus puntos débiles y sus puntos fuertes y tiene muy claro como sacar partido de ellos. Miedo me dan los que escogen a personitas perfectas para completar su vida.
Mis grandes errores a menudo han sido mis grandes aciertos ¿Por qué hay gente que no logra ver eso y simplemente los tilda de errores?

sábado, noviembre 10, 2007

Manias 1.0

Yo hago algo muy curioso a veces, salgo de mi mundo con una frase de mitad de conversación que nadie sabe a santo de que viene. Todo el mundo se queja, especialmente zon y javi. Porque de repente digo algo como: se me olvido comprarlo o me trajo unos mantelitos; mientras ellos hablan del último juego de ds. Yo no me doy cuenta, pero ahora me hace gracia. Se quejan mucho, pero a mi me parece divertido. No es algo que haga a propósito, sino que estoy pensando en mis cosas y de repente creo que es importante compartir algo :P Mi madre siempre me dice que tengo que recordar que la gente no está dentro de mi cabeza, pero me cuesta dejar ese hábito. Así que lo más probable es que siga haciéndolo.

FIN DEL MUNDO

Somos la generación del fin del mundo. Vivimos aterrados porque el mundo se acabe, por lo que hicimos, lo que hacemos y lo que puede pasar. Es un rollo. Empezamos con la guerra fría y la aniquilación mutua, en los 90 con las profecías de nostradamus, con el fin del milenio, con el efecto dosmil... todo conducía al fin del mundo. Y como que no pasase nada no fue suficiente inventamos nuevos miedos para seguir con la tradición. El terrorismo como la nueva guerra fría que puede acabar con el mundo. El calentamiento global. La cosa es que siempre tenemos que estar asustados para ser seres humanos. Vivir atemorizados... No digo que todas estas cosas no sean o fuesen importantes sino que en vez de poner medios para remediarlo lo único que hacen es bombardearnos para que estemos preocupados. Que se pongan todos de acuerdo y que hagan algo ya. Todos sabemos que tras curar la gripe aparecerá otra enfermedad incurable como el cáncer o el sida pero se intenta curar. Pues en vez de vivir asustados deberían de intentar que se solucionase el problema.

sábado, noviembre 03, 2007

Muerte...

- ¿Crees que será doloroso cortarse las venas? Quizás sea demasiado sangriento... No estoy segura de que pueda suicidarme. Sería más fácil algo en lo que mi voluntad no interviniese.
- Pero ¿por qué hablamos de esto? Sé que la vida es una mierda... pero tanto como para morirse... No lo tengo nada claro... Aunque puestos a morirse, mejor que sea durmiendo... Quizás soñando con un lugar mejor o con algo más fácil...
- Entonces tu eres de las que tomaría un montón de pastillas... Eso es tan Marilyn... que poco original...
- Claro... ¿cómo si existiera una muerte original? La muerte no es original... a menos que la pongas en el contexto de una serie de televisión, pero seguro que alguien más ha muerto así. Quizás sólo se salve la de tan muertos como yo.
- Ya pero eso es totalmente involuntario y se te quedan muchas cosas por decir... Ponerle fin a la vida debería ser un contrato personal... Un momento en el que pensases, ahora me puedo morir...
Jugueteaba con la idea de su muerte, como una niña que juega con la última barbie que ha salido al mercado. Era algo que siempre la había divertido. No era una gótica, ni creía en la vida eterna. Simplemente la muerte era un lugar libre de responsabilidades, libre de culpas. Un lugar donde todas esas emociones negativas fenecían ante la nada. No se daba cuenta que la nada lo absorbe todo. La nada es la ausencia, la falta de sentimientos. No había aprendido nada viendo la historia interminable. Además creía que uno vivía mientras hubiese supuesto algo en la vida de alguien. Y ella había importado a muchas personas. Aunque cuando jugaba con esa idea no pensaba en esas personas. Era un pensamiento principalmente egoísta. Ella nunca habría reconocido que era egoísta, pero no solía plantearse que consecuencias tendría que ella se suicidase. Simplemente era una manera de huir de esa realidad que la asfixiaba. Era una forma de presentarse ante el mundo irreverente y cínica y así ganar valor porque parecía que no le tenía miedo a tratar temas que a los demás incomodaban. Pero que a los demás los incomodasen no significaba que ella no podía sentirse a gusto. No significaba que a ella no le sirvieran para huir de esa cantidad de matices grises que abarrotaban un mundo tan bizarro que nunca se hubiese imaginado una vida más sencilla.
- Yo todavía no he decidido cómo quiero morir... quizás por falta de oxígeno... tal vez de un ataque al corazón mientras hago el amor... Es tan poético morir en un momento de placer...
- No crees que morirte lo jode todo. Además dejas jodido al que está contigo...
- No lo había pensado nunca.
- Ya. A veces deberías pensar antes de hablar. Bueno... me llama mi madre... me tengo que ir... nos vemos a las seis en la puerta del cine...
- Vale. Adios.
- Hasta dentro de un rato... adios.

Momentos...

Se entretuvo en la cocina. Cocinó la comida de toda la semana. En los altavoces resonaban músicas latinas que le recordaban a su infancia, incluso a su adolescencia. Aquellos momentos que pasó tan lejos del lugar en el que estaba ahora. La cocina olía a escalibada y a caldo, a galletas y a pasteles, a salsas y a tomates. En sus manos todavía quedaban rastros a ajo, cebolla e incluso un ligero aroma a café se adivinaba. Estaba absorto en un mundo diferente. En un mundo de sonidos y olores que hacía a su mente vagar por historias no contadas todavía.
No había escuchado que la puerta se abría. En la cocina, el lavavajillas había empezado su rutina. Su sonido se mezclaba con las rumbas y las bachatas que el ordenador profería aleatoriamente. Sus manos, en este momento sostenían una cucharita que le serviría para probar el potaje que se cocía en el fuego de atrás. Una mano en sus caderas, que se movían distraídas, lo sobresaltó. Y su boca profirió un ligero taco. Se volvió. Era Juan. Se le había hecho tardísimo. Si el estaba allí, aquello significaba que se le habían pasado las horas y que ya tendría que haber acabado. Juan le besó. La ternura de aquel beso hizo desaparecer todo resquicio de nerviosismo de su cuerpo que se entregó rendido.
-Es demasiado tarde... Déjame que tengo que acabar esto... sino no vamos a llegar...- Dijo instantes antes de que otro beso terminase de hundir todas sus defensas. Roberto besó a Juan. Ya no había vuelta a atrás. Sus manos ya habían empezado a dirigirse por si mismas. En ese momento Juan se separó. Lo miró con esos ojos que lo desarman a uno y dijo.
-Me voy a la ducha, que nos tenemos que ir o llegaremos tarde al cumpleaños de tu madre... Y no quieres que eso pase, ¿verdad?- Y era verdad, pero no era justo. Ahora el cuerpo de Roberto necesitaba más. Roberto quería replicar mientras Juan se separaba, pero la visión de Juan desvistiéndose por el pasillo se había tragado sus palabras. Además algo despertó su interés. Algo que lo devolvió a la realidad. Algo ya olía, ya estaba, no se debía quemar. Corrió a apagar el fuego y a terminar de recoger la cocina. Si era suficientemente rápido todavía podría pillar a Juan en el último instante de la ducha o al menos recibirlo con una toalla al salir. Pero debía darse prisa. Además tenía que vestirse todavía, tal vez pudiese disfrutar de una ducha rápida con Juan. Esa imagen inundó la imaginación de Roberto que se apresuró a recoger, guardar y dejar en el fregadero, el resto lo arreglaría después. Estaba Juan en el instante final de su ducha. Ese momento en el que el chorro de agua recorre tu cuerpo desde la nuca hasta los pies y cierras los ojos y sientes que no existe nada a tu alrededor. Roberto empezó a desvestirse por el pasillo. Parecía que le iba a dar tiempo. Abrió la puerta del baño y espió durante un segundo ese instante de soledad de su compañero. Se metió en la ducha, rompiendo la soledad.

Cinismo...

El otro día, en parte como justificación, aseguré que soy cínica. Fue un mecanismo de defensa ante una conducta que no me apetecía mucho explicar. Entre otras cosas porque tiene que ver con mi forma de ver el mundo, con mi vida privada (que hay ciertas personas a las que no les incumbe) y con mis relaciones con algunas personas con las que tienes que relacionarte, pero que si no estuvieses obligado a ello, no lo harías.
Bueno pues he aquí la definición de cínico... como siempre pongo algunas otras entre paréntesis que son más comprensibles...

cínico, ca.

1. adj. Que muestra cinismo (desvergüenza).

2. adj. Impúdico, procaz. ( Procaz: Desvergonzado, atrevido.)

3. 4. y 5. no nos interesan.


cinismo.

1. m. Desvergüenza en el mentir o en la defensa y práctica de acciones o doctrinas vituperables. (Vituperable: Deshonroso.)

2. m. Impudencia, obscenidad descarada.


Visto así, realmente soy en muchos casos cínica. Descarada, desvergonzada e impúdica son adjetivos aplicables a mi, porque no creo en los tabúes y, en ocasiones, digo lo que pienso. Y me encanta hablar de sexo XD o vestir de colorines.
Aunque yo siempre he asociado al cinismo un puntito amargo y casi irónico. Un ligero desencanto con el mundo que te rodea. Cosa que habitualmente no se corresponde conmigo, pero el que me conoce bien sabe que hay temas con los que estoy ligeramente desencantada. Y con esos temas a veces parezco fría y desencantada, hasta el punto que parece que no tenga corazón o que mi corazón sea como el de la Reina de las nieves, cosa que es totalmente incierta *¨* Así que me quedo con la versión del diccionario que es más bonita, aunque venga a significar maleducada :).
PD:
ironía
.

1. f. Burla fina y disimulada.

2. f. Tono burlón con que se dice.

3. f. Figura retórica que consiste en dar a entender lo contrario de lo que se dice.

lunes, octubre 29, 2007

Cajón.

Guardaba en un cajón sueños rotos. Rara vez abría ese cajón. Pero esos sueños, ya hechos trizas, permanecían. No era consciente pero llevaba esa carga. Ese equipaje de vidas no conseguidas de objetivos no finalizados. Cuando se despertaba la sonrisa no lucía en su rostro. Sólo arrugas y obligaciones se reflejaban en él. Era triste ver como se consumía. Nadie conocía aquel cajón. Sólo veían como aquella pequeña criatura otrora feliz y radiante, se volvía oscura y retraída ante sus ojos.
¡Qué malo es tener sueño! ¡Qué malo es soñar con una vida mejor! Cuando no eres capaz de levantarte de la cama todos los días. Te autoinculpas, autodestruyéndote por dentro. Esa bestia inmunda se come todas tus esperanzas. Y tu sueños siguen guardados en un pqueño cajón que sólo tu sabes que existe.
Ya no es divertido bailar. Ni siquiera te entretienes cuando sonríes ante el mundo con una sonrisa falsa, tratando de hacerlos sentir mejor. Pero tú no te sientes mejor. Y te vas haciendo pequeño y triste y sigues recordando esos sueños guardados en un cajón. Aquellas vidas que ya no conseguirás, aquellas risas que no compartirás.

sábado, octubre 27, 2007

Placer.

Hoy haciendo una tarta ha venido a mi mente otro de mis pensamientos perdidos... Y es que resulta que los sentidos que consideramos menos importantes son aquellos que nos proporcionan gran placer. No es realmente que sean menos importantes sino que los relegamos a tareas en las que no les prestamos atención. La cocina explora y explota estos sentidos. Mientras realizas la tarta todo es cuestión de tacto. La vista ayuda pero no juega un papel importante. Después los olores inundan tu pituitaria. Hacen que diferencies el estado de las cosas y sirve principalmente para avisarte de en que punto de cocción se encuentra el platillo que te hallas realizando. Por último, lo que hace el gordito del cuento, toca comérselo y en ese momento se funden texturas, olores y gusto en tu boca. La boca es un lugar de placer irreemplazable. La gula y la lujuria tienen su pequeño nido en este centro de placer corporal.
Así que la próxima vez que os encontréis en un momento placentero podéis pensar cual es el sentido implicado. Os aseguro que el tacto, el olfato y puede ser que el gusto estén implicados.

jueves, octubre 25, 2007

Sexo.

Rosa leía un libro. El fuego encendido encendía su rostro. Antonio entró por la puerta quedando estupefacto ante su imagen. Ella llevaba un camisón provocativo y las llamas del fuego hacían resplandecer su blanquecina piel. Rosa no se dio cuenta de que Antonio la miraba incrédulo de que aquella única imagen hubiese encendido toda su pasión. Rosa no se había percatado de su entorno y devoraba el libro con ansia. Como cuando se besa por primera vez después del deseo contenido. Como cuando se prueba el jamón serrano cuando se vuelve a España. Y él la deseaba así. Como si la noche anterior ella no se hubiese derretido entre sus dedos. Como si la hubiese descubierto virgen en un oasis de fuego. Rosa era como una diosa épica de un cuento romano o como una deidad de la naturaleza que se presentaba ante él esperando ser devorada y poseída por él. Un héroe que vuelve de la batalla necesita su recompensa. Ella era su recompensa. Ella había conseguido que algo se encendiera en su interior sin tocarlo, sin ser tocada, sin darse cuenta. De repente su pie se movió. Antonio se desplazaba rápidamente hacia ella. Ella por fin se percató de su presencia. Leyó el deseo en su cuerpo. Y su mente se relamió. Soltó el libro, apoyándolo en el suelo. Y sonrió para indicarle que había adivinado sus intenciones. Aunque esa sonrisa encerraba una actitud. Un pequeño reto. No le sería tan fácil. Tendría que ganarse los favores de la dama. Que lo esperaba en el sofá con un ligero camisón que acabaría en el suelo.

Él.

Ahora él se había ido. No podía creerlo. Se había negado a aceptarlo. Ella siempre había sido fuerte. Siempre, ante el mundo había aparentado ser de hielo. No importaba cuan dura fuese la decepción siempre parecía que hubiese ensayado la sonrisa por si pasaba. Pero ahora él no estaba. Él era su corazón. Él era quien siempre había cuidado de ella. Él siempre había sujetado su mano, incluso en los momentos en los que ella se había negado a quererlo. Pero ya no estaba. Y no volvería. Y tenía que aceptarlo. Lo había enterrado pero aún no podía creerlo. Aún no podía mirarse al espejo y verse sin que se reflejase su rostro en su mirada. Él ya no estaba. Ella creía estar preparada para todo. Ella intentaba seguir moviéndose en contra de lo que su cuerpo pedía, de lo que su mente anhelaba. Ella necesitaba un abrazo y había abrazos pero no el que ella necesitaba. No podía explicarlo, él era su hogar. Él era como volver a casa. Había intentado echarlo millones de veces, porque temía no poder vivir sin él. No ser lo bastante fuerte. Y ahora él no estaba. Habían conseguido lo que pocos consiguen. Habían conseguido seguir juntos y crecer juntos. Habían logrado amarse más allá de las pequeñas manías del otro. Ella sabía que se lo debía a él. Que de él era el mérito de su amor. Y no porque ella no le amase, sino porque ella era incapaz de reconocer que lo necesitaba. Porque ella era capaz de autodestruirse. Ella sabía que él la había amado por encima de él mismo. Él siempre actuaba como si tuviese miedo de perderla. Como si él supiese que era un ave salvaje a la que había encerrado en una gran jaula. Como si pensase que ella encontraría en algún momento la manera de escapar. Como si él siempre estuviese dispuesto a seguirla y a hacer su jaula junto a la de ella. Pero él nunca había pensado en qué haría el pajarito en la jaula sin que él estuviese ahí. Y ahora él no estaba.
No sabía por qué esa mañana era diferente. No entendía que le impedía moverse. Hasta ahora siempre que se había obligado había conseguido continuar moviéndose y había creído en la teoría del movimiento perpetuo. No llegaba a comprender como el olor de él la había despertado. Era un olor profundo. Ese olor que solo perciben los enamorados. Ese olor que le recordaba su adolescencia, su juventud, toda su vida. Ese olor que era su hogar, su mente, su corazón, su lugar en el mundo. Ese olor que la definía. Ese olor que la hacía completa. Pero él no estaba. No se había ido voluntariamente, no la había abandonado, aunque ella se sintiese así y lo culpase por no estar. Él sólo había muerto. Dejándola en un plano diferente. Dejándola como nunca había sabido estar. No sabía estar sola. Pero él nunca se había dado cuenta de eso. No sabía que hacer si no podía llamarle. Si no podía oirle decir que todo saldría bien. No podía salir de la cama. Y no es que no hubiese ofertas de diversión, sólo que sin él ella no sabía divertirse. No podía esbozar esas sonrisas por las que él contaba chistes. No sabía cuanta azúcar le hacía falta al café. No sabía acariciar si no estaba su torso desnudo a su lado. ¿Serían las sábanas que aún olían a él? Había oído la puerta. Sabía que alguien había entrado. Había apagado el teléfono. No había llorado. No sabía llorar sin él. No recordaba las palabras que en otros momentos habían hecho que su vida tuviese sentido. Alguien intentaba consolarla. Pero ella tenía la mirada perdida de algún lugar de la habitación. Todavía oía su respiración, podía escuchar su corazón latiendo si se concentraba. Pero no escuchaba a alguien que revoloteaba por su piso intentando sacarla de la cama.

Aprender.

- Las musas me han abandonado- dijo y no miró atrás. Tras tanto éxito ya no podía escribir. Ya no quería escribir. Ya no salían hermosas palabras de su pluma. Hacía ya tiempo que no era una pluma. - Las musas me han abandonado.- Sentenció. Y una sonrisa pícara asomó en sus labios.
Lucía que lo miraba atónita creyó intuir que él lo había deseado. Lucía tenía a Anna en su regazo. Anna no entendía muy bien la situación pero respondió con una carcajada. A los 13 meses no hay muchas maneras más de expresarte.
- Pero papá... - Respondió Lucía que no terminaba de entender a santo de que venía aquello.
- Que bonita que eres Anna, tú si que me entiendes- Dijo él. Parecía inmune a las quejas de Lucía.
Lucía no podía imaginárselo sin escribir. No podía imaginar que Sebastián no siguiese su ritual matutino. Hacía el café y proseguía su camino hacia aquel rincón en el que había pasado más de la mitad de su vida.
- ¡¡Papá!! Vuelve a la realidad. Tú eres incapaz de estar sin escribir más de 10 minutos. Es como el aire que respiras o las tartas para un niño.
- Pero que quieres que haga hija... las musas me han abandonado. Se han ido a conquistar cabezas más jóvenes con nuevos sueños.
- Pero y ¿qué pasa con tus sueños?- Respondió Lucía que no sabía que decir.
- Lo único que quiero hacer en este instante son llevarme a Anna al parque y disfrutar mientras crece.
- Muy bonito papá... pero tú vida es escribir...- Dijo Lucía con un poco de envidia por todo el tiempo en el que no la había visto crecer. A pesar de ello sonrió. Y era una sonrisa sincera y cariñosa, como la madre que entiende que su hijo servirá para complacer las frustraciones de alguien que se ha dado cuenta lo que ha perdido.
- Ahora mi vida es la pequeña marmotita que juguetea sobre tu regazo. ¿Verdad que sí? - Dijo mientras levantaba a Anna. Anna se rió. Lucía ya no pudo apartar su mirada de la extraña pareja. Ya no pudo replicar. Sabía que las musas volverían pero quizás su padre ya no las escuchase como hasta ahora. Ya no absorberían su mente.

miércoles, octubre 24, 2007

Cursillo de lengua...

Hoy, bueno ayer o el lunes, oí la palabra verborragia... me sonó extraña y creía que era una inventada de esas que a veces te encuentras por el mundo... pues nada más lejos de la realidad...
Pues a lo que ibamos, verborragia es verbosidad excesiva... y si buscas verbosidad es abundancia de palabras en la elocución. Por lo tanto verborragia es abundancia excesiva de palabras en la elocución. No sé me llama la atención que la abundancia sea excesiva. La abundancia siempre ha sido buena, siempre se pide abundancia. ¿Algo bueno puede ser excesivo? No lo tengo muy claro. Bueno pues esto ya es verborragia porque no estoy diciendo nada... Simplemente desvarío.

domingo, octubre 21, 2007

Silencio...

Odio el silencio. La falta de tristeza, la falta de llanto, la falta de vida. No soporto el silencio. Esa ira contenida que surge en mi interior. No aguanto el silencio, esos te quiero que se quedaron sin decir. Esos reproches que no surgieron por no ser el momento. Esa cortesía silenciosa que me obliga a callar cuando no quiero. Esas lágrimas que se niegan a recorrer mi rostro. Odio el silencio. No soporto que no estés a mi lado. No quiero aguantar tenerte a mi lado en este momento. Te llamo. Intento romper el silencio pero parece que las palabras no asoman por mi garganta. ¿Me oyes gritar? Me vuelve loca este silencio. Esta nada suspendida sobre mi. Esta frustración que viene de ningún lugar. Y sé que te quiero. ¿Te dije ya que odio este silencio? Este no poder llorar porque no puedo. Este no poder gritar porque no puedo. Este no saber porque hay vacío dentro de mi. Vacío, eco, silencio. Odio este silencio. ¿No me oyes? ¿No lo entiendes? Por favor, rompe esta nada en la que me ahogo. No sé como sobrevivir. No quiero este vacío, esta frustración, esta melancolía que me invade. Odio este silencio.
Odio el silencio. La falta de alegría, la falta de ruido, la falta de vida. No soporto el silencio. Me gusta la lluvia porque rompe el silencio. Cuando mi mente despierta relajada y oye su sonido, ese pequeño instante en el que sólo se oyen los sonidos de la casa, el viento azotando contra las ventanas. Después oigo tu aliento, acompasado, lento. Cierro mis ojos y vuelvo a dormir. Una sonrisa alumbra mi rostro. No hay pesadillas, no hay silencio. Sólo el suave murmullo de vida que nace de ti. Me relaja. Me tranquiliza. Me hace feliz.

miércoles, octubre 10, 2007

I miss you.

¿Por qué I miss you expresa mejor lo que siento en este momento? Te echo de menos no tiene la misma carga no es tan de dentro, es más largo. No expresa la urgencia con la que mi cuerpo necesita al tuyo. No expresa que quiero oir tu corazón mientras me ttumbo en tu pecho. No expresa el abrazo que debería sentir ahora mi piel. No expresa para nada lo que en este momento echo de menos. I miss you es más poético, es más candente, es más vehemente y al momento lánguido y suave. I miss you te acaricia como un pañuelo de seda y penetra en tu alma dejando esa sensación melancólica de morriña. Ese tacto que sientes pero ya no está. Ese beso que se quedo colgado de tus labios pero desapareció horas atras. I miss you... I miss you. Porque no te echo de menos sino que I miss you. Necesito que ese beso sea ahora y no luego. Necesito sentir tu abrazo en mi cuerpo mientras me duermo. Necesito meterme debajo de la sábana y saber que estarás cuando despierte. Y ver tu sonrisa, esa sonrisa que I miss. Que perdí en un rincón pero aun recuerdo. Esa mirada aun latente en mi retina. Y no te echo de menos porque mis ojos todavía no lloran pero mi alma miss you. I miss you... I miss you... I miss you... I love you...

Psicología barata...

Acabo de ver un documental que intentaba explicar la creatividad. Si tenemos en cuenta que no estoy muy segura de que eso se pueda explicar si he visto ciertos patrones que ocurren en personas que conozco y me he visto identificada en cosas que se han dicho. Yo a veces tengo la compulsión de escribir. Esos pensamientos que yo llamo mis pensamientos perdidos normalmente son momentos en los que estoy haciendo algo y si no me reprimiese saldría corriendo a escribirlos en alguna parte para que no se me olvidasen. Siempre digo que no se me olvide que no se me olvide y a menudo se me olvida. A veces me obsesiono con esas cosas. Con cosas pequeñas como una chica pelirroja (de pelo naranja) vestida de naranja. Y después me obsesiono con conversaciones, situaciones o pequeños detalles a los que nadie dio importancia. Procuro y he aprendido a controlarlo. De pequeña me costaba muchísimo dormirme porque no podía parar de pensar en una conversación y darle vueltas en mi cabeza. Ahora me obligo a olvidarlo. Si ha sido algo traumático para mi lo puedo revivir años y sigo sintiendo la misma emoción. Es extraño. Además suelen ser sensaciones que me cabrean y gruño un poco. Por eso suelo decirles a los psicólogos que soy obsesiva pero nunca me creen. O emocionalmente inestable pero tampoco se lo creen.
También relacionaba la creatividad con las personas que no tienen bien configurados sus filtros de percepción. Que perciben de más y esto les bloquea. Eso me ha hecho acordarme de jPod, el libro de Douglas Coupland. En él se habla de pequeños autistas que son personas brillantes que tienen uno de sus filtros de percepción mal configurado y comportamientos que a nosotros nos parecen normales pueden llegar a bloquearlos. Yo conozco gente así. Y me divirtió leerlo. Se estresan por un abrazo, demasiada información a través del tacto, o incluso a través del oído o el olfato. Se caracterizan por ser seres especialmente irritables y bastante creativos, si descubren como sacarlo, sino se vuelven personas estresadas y tristes.
Si algún psicólogo quiere estudiarnos a mis amigos y a mi que lo diga... Yo los convenzo.

martes, octubre 09, 2007

Cambios

Es muy extraño. Ahora resulta que me esta cambiando el color del pelo. No es que me disguste... nada más lejos de la realidad, sólo me parece extraño. De hecho está tomando un tono cobrizo bastante sexy y tiene más matices, cosa que le da vida. Pues resulta que yo era morena de pelo, y cada vez se me oscurecía más... Cosa bastante típica cuando uno se hace mayor. Pero ahora le ha dado por aclararse. Tanto que tengo un pelo de cada color, pero tienden al castaño claro y al rojizo. Es realmente extraño. ¿Será cosa de hormonas? ¿Será que mi cuerpo se aburre y decide cambiar? Quien sabe...
Además cada vez el color de los ojos se me hacía más claro, cosa que también sigue pasando. Así que si algún día me vuelvo pelirroja de ojos verdes no os extrañéis que parece que son cosas de crecer.
Lo único que se me oscurece es que cada año consigo un tonito más moreno. Algunas personas empiezan a notar la raya del biquini... Todo son ventajas :P

Manias

A zon le pone nervioso que yo cuando leo por internet subrayo el texto que estoy leyendo. No sé es una costumbre adquirida a la que yo no le daría mayor importancia si no le viese ponerse de los nervios cada vez que lo hago. No lo hago a propósito, es más bien algo inconsciente que me sirve de apoyo...
Yo tengo millones de manías pero a veces me divierte comprobar que no soy la única persona en el mundo a la que le ponen de los nervios pequeñas cosas que hacen los demás :)

lunes, octubre 08, 2007

Anna

Anna estaba emocionada. Era su primer día. Ya había escogido el vestido que se iba a poner. Conocería mucha gente nueva. Se divertiría. Aprendería nuevas cosas. Estaba contenta y a la vez la inundaba ese temor que uno tiene a las nuevas experiencias. Todavía no se podía creer que por fin hubiese llegado. No podía estarse quieta. Su madre corría detrás de ella diciéndole lo que tenía que hacer. Anna se enfrentaba a su primer día de colegio y su madre todavía lo estaba asimilando. No podía ser que estuviese creciendo tan deprisa. Su madre tenía más miedo que ella, y no estaba contenta. Más bien tenía una nota de melancolía en la voz mientras le peinaba el pelo y le decía que a las 5 la iría a recoger.
Anna había escogido su vestidito naranja, a juego con su pelo. Era el vestido favorito de Anna. Anna no podía estarse quieta. Y comentaba en voz alta todo lo que se le pasaba por la cabeza.
-¿Y quién estará allí?... Mama, ¿tú estarás allí?... ¿Y me dejarán pintar?... ¿Y cómo se llama la profa?¿Cuántos niños habrá?... ¿y tú dónde vas a estar?... ¿A que es bonito mi vestido?... NO QUIERO GALLETAS... - Decía mientras su madre intentaba responderle y darle el desayuno para que no llegase tarde.

domingo, septiembre 30, 2007

Besos.

Al hilo del post anterior, una cosa que lleva mucho tiempo dándome vueltas por la cabeza. Mi primera aproximación a los besos (los morreos y eso) fue gracias a un poema de Amado Nervo.

Yo ya me despedía.... y palpitante
cerca mi labio de tus labios rojos,
«Hasta mañana», susurraste;
yo te miré a los ojos un instante
y tú cerraste sin pensar los ojos
y te di el primer beso: alcé la frente
iluminado por mi dicha cierta.

Salí a la calle alborozadamente
mientras tu te asomabas a la puerta
mirándome encendida y sonriente.
Volví la cara en dulce arrobamiento,
y sin dejarte de mirar siquiera,
salté a un tranvía en raudo movimiento;
y me quedé mirándote un momento
y sonriendo con el alma entera,
y aún más te sonreí... Y en el tranvía
a un ansioso, sarcástico y curioso,
que nos miró a los dos con ironía,
le dije poniéndome dichoso:
-«Perdóneme, Señor esta alegría.»

A veces este poema asalta mi mente y se repite en ella millones de veces. Me parece sublime y sencillo.

Tristeza.

Para mi la imagen de la tristeza siempre ha sido algo más melancólico, una tarde gris con lluvia cayendo en la calle y alguien que lo mira desde una ventana porque no puede salir. Y el sonido siempre fue la canción de Cómplices de "Hoy necesito". Era como si alguien pudiese salvarme de mi soledad. Y aunque a veces, cuando me siento así todavía siguen siendo esos mis referentes de melancolía o soledad, ya no lo son de tristeza.
Todo eso cambió. Fue cuando vi la escena de Anatomía de Grey de Izzie en el suelo del baño sin poder levantarse. Si a esta escena le añadimos la canción de Snow Patrol que cerraba la temporada anterior, podéis haceros una idea de que pienso cuando estoy triste o de como me siento. Me siento exactamente así. Aunque no me dejo tirarme en el suelo del baño, porque sino tengo miedo de no volver a levantarme, lo que me apetece hacer es eso. Es lo que tiene ser emocionalmente inestable. Lo bueno de saberlo es que no dejas que eso llegue más allá. Y lo mejor, la capacidad esa se la tengo que agradecer a mi madre que es una grandísima educadora. Mi hermano y yo no somos gente fácil y ha conseguido hacer de nosotros gente de provecho.
Para finalizar este post esa es la magia de los libros, las películas, los relatos... toda la cultura que nos envuelve hace que nos veamos reflejada en ella. Esas son las cosas que necesitamos para no sentirnos solos, saber que alguien más se ha sentido alguna vez exactamente igual que tú. Y eso se consigue a través de la comunicación. Lo gracioso de todo esto es que al final, a veces las ideas que tu tienes sobre algo son imágenes de otro que se han grabado en tu cabeza.

sábado, septiembre 29, 2007

Superpoderes

Tengo un superpoder. Sí como habéis oído, no sólo las madres tienen superpoderes. Todos tenemos algún superpoder. Algunos lo sabemos otros no. A veces no somos conscientes de que tenemos un superpoder. A veces tenemos más de uno. Zon es capaz de coger algún tipo de forma de programar y aprenderla en un día. Javi es capaz de hacer que nadie se enfade con él cuando se sale con la suya. Bueno pues mi primer superpoder es que cualquiera que se tumbe o acueste conmigo acaba durmiéndose aunque no fuese esa su intención. Lo consigo hasta con zon que como todos sabéis es imposible verlo dormir :P. Además es un sueño bastante profundo y reparador. Y suele ser más largo que los que suelen tener. Es gracioso porque eso significa que consigo que la gente se relaje hasta el punto en el que se queda dormida sin querer y sin darse cuenta. Si queréis podéis incluir los superpoderes que sabéis que tenéis.

Un bolso.

Colgó el teléfono.
-Necesito un bolso- dijo en voz alta. Su mente no paraba de repetirlo. No valía un bolso cualquiera, tenía que seguir ciertos requisitos. No podía ser de plástico o de tela. Nunca había tenido un bolso que no fuese de esos materiales. No podía ser muy grande. Pero a ella no le gustaban los bolsos pequeños. Nunca le cabía la mitad de lo que necesitaba. Y no podía ser muy caro, ya se había gastado el dinero que en otro momento le tintineaba en el bolsillo. Y tenía que parecer de persona mayor y responsable. Ella era responsable pero no lograba sentirse mayor.
-Necesito un bolso- repitió sin llegar a oirse. -¿Tengo un traje? Sí, tengo un traje. Necesito un bolso.- Pensaba en voz alta. Los zapatos no serían un problema. Cuando cumplió 22 años empezó a acumular zapatos como hace cualquier mujer. Pero nunca había necesitado un bolso. Nunca le había preocupado el bolso que tenía que llevar. Exceptuando para las bodas y siempre había conseguido uno prestado. Cogió el dinero. Se enfundó en unos vaqueros. La primera camiseta. Y desapareció en busca de un bolso.
"Necesito un bolso." Repetía en pensamientos de camino a cada tienda. Y en cada tienda se repetía lo mismo. "Este no me gusta." "Demasiado grande." "Demasiado pequeño." -¿No tienen uno más sencillo?- "¿Por qué los más sencillos son más caros?" "Por favor, uno sin tachuelas." No encontró ningún bolso. No se decidía. Quizás no estaba preparada para crecer. Tenía una entrevista mañana y no conseguía ningún bolso. O al menos ninguno que diese la impresión que ella buscaba. -Tan sólo es un bolso- Se decía para animarse. Decidió conformarse con uno que si bien no le gustaba del todo, podría dar el pego en caso de necesidad, y además era barato. El bolso en cuestión no la obligaba a deshacerse de su infancia de una manera tan rápida. Exhausta llegó a casa y se tumbó en la cama. Su mente repetía "Necesito un bolso."

Olores

Ese olor a madera, a sabia, que emanaba de su piel dorada anunciaba la llegada de la primavera. Era un síntoma más como las flores que abren su mirada al cielo o como los pájaros que empiezan a cantar alegres sobre el alfeizar. Se había acostumbrado a los ritmos de su cuerpo, esos que nadie más percibía. A esas pequeñas cosas que la naturaleza le regalaba sutilmente sin que al principio fuese consciente. Ahora las buscaba. Sabía que eran señales que le mostraban pequeños acontecimientos. Diminutos instantes de sabiduría concentrados en un hecho que a priori parecería aislado. Cuando encontraba uno seguia su pista. Para la gente era como leer las hojas del té. Para ella era un divertimento. Era como leer la tristeza en unos ojos que no lloran o la alegría en unas facciones serenas. Era ver los acontecimientos antes de que los demás fueran conscientes, porque podía ver las pequeñas señales. Sus pequeños secretos.
Se puso a mezclar la harina con la mantequilla. Iba a hacer la masa de las galletas. Las galletas eran su manjar preferido en primavera. Pero había muchas más cosas que cocinar. La primavera la volvía trabajadora y la aproximaba a la cocina, a sus olores y a sus cánticos. En su nariz se mezclaba el olor de su piel, ese olor acre, exquisito y sutil, con el olor dulce y arrullador de las galletas en el horno. Los olores inundaron la casa, arrastrando con ellos su olor. Ella imaginaba pequeños relámpagos de color que movían por el aire esos olores. Esos olores llegaban a la nariz de alguien y revelaban recuerdos que parecían olvidados. Todos sabían en la casa que cuando ella hacía galletas estaba a punto de llegar la primavera. Era esa transición silenciosa que se hacía en la casa. Y así empezaba el movimiento tras el estático invierno. Nadie la escuchaba pero todos la veían. Todos se volvían trabajadores para acabar reuniéndose. Alguien empezó a abrir las ventanas. Ella podía escucharlo desde la cocina. Pusieron un disco antiguo que la invitó a bailar. Ella seguía en la cocina preparando la merienda. Grandes vasos de batido rebosaban chocolate, o fresas, según cada uno prefiriese. Y para ella un gran vaso de vainilla, aquel olor daría a su piel un toque maestro, lo sabía. La batidora ahora atareada, hacía nata, levantaba claras, no paraba en toda la tarde. Parecía que el silencio del invierno se hubiese trasladado a la alegría comedida de la primavera. Se oía el murmullo de los coches a lo lejos, de vez en cuando alguna sirena. Olores nuevos invadían la cocina, olores que a veces llegaban de muy lejos. Alguien se estaba perfumando. No sabía dónde pero llegaban a su nariz pequeñas gotas de perfume. Desde la fábrica de tabacos cercana se desprendían unas cuantas fragancias a tabaco seco. Alguien abrió la puerta y el ligero aroma de humo y café se coló por la cocina. Una breve sonrisa iluminó su rostro por un instante. Si no se deba prisa no llegaría. Una tarta fue apareciendo lentamente con su trabajo. Millones de olores exquisitos inundaban el ambiente. La algarabía habia inundado también la casa. De repente apareció una marabunta que ocupó sus asientos, dejando sólo uno vacio, el de ella.
-¿Qué celebramos?- Preguntó el pequeño que era recién llegado. Todavía no conocía las rutinas.
-Que hay tarta.- Respondió ella y comenzó a repartir con una gran sonrisa. Los ruidos y las risas invadieron la cocina.

viernes, septiembre 28, 2007

Miradas

Su mirada solía reflejar exactamente lo que sentía. Era uno de los rasgos de ella que le habían atraído. Más que atraído, le habían hipnotizado. Sus ojos eran capaces de hacerte sentir cualquier cosa, con sutiles movimientos, pequeñas insinuaciones o inusuales arruguitas. No tenía muy claro si era algo que sólo veía él o era algo que cualquiera que se fijase podía percibir. Cuando estaba melancólica el verde de su mirada se hacía profundo e intenso y eso se reflejaba en toda su belleza, etérea, profunda e intensa. Cuando estaba alegre tintineaban las niñas de sus ojos y no paraban quietas ni un segundo, y se volvía un ser encantador, perdiendo esa fragilidad. Esa metamorfosis era algo que solía descolocarle pero mantenía su interés. La hacia misteriosa, segura y vulnerable. Su mirada, aquello que expresaba todo lo que él necesitaba saber de ella. Aquellos ojos que podían contar cualquier historia. Aquellos que lo trasladaban desde el más aciago de los momentos hasta la más sublime felicidad. Esos que ahora lo miraban desde el otro lado del salón y lo traspasaban como si ya no estuviese.
Esa mirada era la más triste que había visto en sus ojos. Esos ojos verdes velados por las lágrimas. Lágrimas que no caían. No se atrevía a preguntar por qué se empañaban. Lo sabia, pero no quería que ella se lo contase. Eso lo haría real. No estaba preparado para que fuese real. Lo único que necesitaba era abrazarla, pero estaba tan lejos. Su cuerpo parecía una figurita de porcelana, tan blanca, tan fría, tan recta, encargandose de todo, tomando decisiones. Ella odiaba tomar decisiones. Cualquiera diría que no se derrumbaba. Pero el la conocía, podía leer en sus ojos aquello que los demás no podían intuir. Ella sólo deseaba que la abrazase. No podía resistir sentirse así. Había que hacerlo, alguien tenía que ser responsable, lo sabía. Ella también sabía que él no hubiese sido capaz, que estaba atónito como si el mundo se hubiese detenido con la noticia. Él podía sentir que ella lo sabia desde el otro lado de la habitación. Sólo podía fundirse en su mirada, en esos ojos que ahora lo traspasaban. Era lo único que podía hacer.
-¿Por qué no lloras?- Preguntó después del funeral. Ahora podía empezar a creer que era real, no quería, pero podía.
-Por que si empiezo me vas a tener que abrazar, no sé cuando podrás soltar mi mano porque no sé cuando podré parar.- Tras pensar un rato añadió cuando todavía sus ojos lo traspasaban. - ¿Crees que podrás asumirlo?-
Él no supo que contestar. Pero ella ya estaba llorando. Así que la abrazó.

jueves, septiembre 27, 2007

Parafraseando: amor y otros desastres.

¿Debe existir un equilibrio entre amar y ser amado? No creo en el equilibrio. Pienso que el tiempo hace que puedas hacer las dos cosas. Es decir, en este momento yo necesito ser amado, quizás alguien me ame. Pero yo amo, amo a veces, amo en silencio, amo a gritos, amo a esas personas a las que quiero tener cerca. Hay momentos en los que alguien necesita que yo le ame. En esos momentos se ve mi amor, que en otros momentos pasa desapercibido. En un instante diferente tal vez mi necesidad de ser amado sea más grande que mi amor. O quizás en algún momento la necesidad de amar sea tan grande que no pueda hacer otra cosa.
En este momento pienso que el amor y la necesidad van unidos. Aunque hay quien dice que si existe uno no puede existir el otro. Quizás lo que no vaya unido sea la posesión y el amor. La necesidad y la posesión no tienen porque ir de la mano. Cuando amas tendrías que ser capaz de soltar lo que amas, aunque no niego que suponga en ocasiones un gran esfuerzo.
Realmente no me preocupa si amo más o si me aman más. Creo que tengo de ambos. Mucho amor para dar y mucho amor para recibir. A veces no entiendo porque quiero a alguien pero le quiero. A veces no me lo pregunto, sólo lo hago. A veces no veo a quien quiero pero no por ello dejo de quererle. A veces no comprendo a quien amo. A mi personalmente con tener a alguien que me abrace en las noches de invierno, y se acuerde de mi cumpleaños, y alguien que necesite abrazarme cuando esté triste me doy por satisfecha.

Bloguear...

El otro día leía que un blog es algo que uno escribe porque necesita ser aceptado. Quizás también es algo que uno escribe porque necesita aceptarse. A veces no te importa si lo leen o crees que nadie lo lee y descubres que has conectado con alguien. Aunque sea haciendo automonologos. Me parece que es una manera hermosa de compartirse. Es decir, siempre nos quejamos de que nadie nos llega a conocer, o de que no llegamos a conocer del todo a los que están en nuestro corazoncito. Quizás esta es una forma de que nos conozcan, de que sepan lo que pensamos, de encontrar alguien al otro lado de ese muro que hemos levantado. Como decían en la película del chico blanco (Powder), nos sentimos solos y esto sólo es un medio para conectar, porque todos estamos conectados. Y es maravilloso cuando te reconoces en una persona, no te sientes tan solo. Sientes que hay algo más, que la separación solo es física. En la era de la soledad (y no es que antes no existiera, sino que era más importante comer) hay algo que nos une, nos conecta. Y no es ni más ni menos que lo mismo de siempre, los sentimientos. Lo que nos hace humanos, débiles, imperfectos y hermosos. Eso que hace que alguien te comprenda y te quiera porque se ve en ti.
Un blog personal también es una manera de ser amado. He estado viendo Dexter una serie curiosa que plantea muchos de estos temas. A través de un sociópata. A veces no es que no te sepas reir, sino que no sabes que sabes hacerlo. A veces no es que estés solo sino que no te das cuenta de que estas acompañado.

Literatura y crisis.

Ayer tuvimos una discusión interesante. Alguien decía que la literatura está en crisis... Hoy en día parece que todo está en crisis. Hasta yo estoy en crisis... en una crisis continua... Pienso que es un problema con el presente. Hasta que las cosas pasan y se tiene una perspectiva de las mismas uno no aprende que no es tan difícil, que no se está en crisis... Sólo que hay demasiada información o demasiado poca para cribarla toda. Además ahora hay muchos medios de comunicación: libros, revistas, series, guiones, blogs... Millones y millones de lugares donde se esconden pequeños tesoros literarios.
Por lo que yo sé en su siglo Jane Austeen no fue considerada una gran novelista hasta entrado el siglo xix... así que, por qué habrían de ser brillantes los actuales antes de que el tiempo haya jugado en su contra o a su favor. A mi personalmente lecturas con Shopaholic (Loca por las compras, en castellano) me parecen entretenidas y que reflejan una realidad, hay gente así en el mundo y existe gente que quiere tener esa vida. Y otras lecturas con más reputación me parecen un tostón. La literatura fácil de leer puede ser buena, o no, dependiendo del mensaje.
A zon no le gusta como escribo porque soy muy rebuscada, cosa que es cierta. Yo soy incapaz de leer más de 5 páginas de Terry Pratchett aunque me río con esas 5 páginas. Y no me dedico a escribir porque yo se hablar de sentimientos, se decir cosas que me pasan pero no sé contar historias.
Quizás porque soy una romántica sigo pensando que la literatura es algo que te cuenta una historia y te engancha, te divierte y sobre lo que piensas... Así que si algo consigue ese objetivo, no hay crisis, sólo falta de imaginación o de encontrar lo que necesitan por parte de algunos...

viernes, septiembre 21, 2007

Relojes y tiempo.

No sé por qué pero todos los relojes que entran en mi vida funcionan de una manera extraña. Puede que entiendan que en mi vida el tiempo es relativo y eso hace que se inspiren en mi.
Por ejemplo, el reloj de mi ordenador retrasa. No sé a que ritmo lo hace, pero se atrasa. Puede que sea porque siempre que estoy en casa, no quiero salir. O porque espero que sea más tarde. O porque me deja quedarme en la cama 5 minutitos más.
El caso más extremo es el reloj de mi coche. Va 24 minutos adelantado. Y os preguntareis cómo lo sabes. Pues porque iba 22 minutos adelantado antes. El motivo por el que se adelantó tanto no lo tengo muy claro, pero al final el resultado es que la gente entra en mi coche y me pregunta. Yo explico que lo llevaba 7 minutos adelantado, por eso de no llegar tarde. Pero al cabo de un tiempo eran 10 después 15 y ahora son 24. Pero lo ha hecho el solito. Yo sólo soy responsable de o7 de los 24.
Si alguien quiere un reloj un poco excéntrico que me lo deje a mi. El único que funciona bien es el del móvil que va 5 minutillos adelantado.

miércoles, septiembre 05, 2007

ODIO BUSCAR TRABAJO.

ODIO BUSCAR TRABAJO. Sí, busco trabajo en serio, relacionado con la comunicación, las relaciones públicas, la publicidad o lo que salga... Incluso me inscribo en las ofertas para llevar cuentas de clientes (que es como ser comercial pero con un nombre más bonito y sin comisiones) y las de marketing... Me niego a teleoperadora o promociones que eso ya lo hago ahora...
En todas piden nivel alto de inglés a poder ser con certificado medio, alto o bilingüe... que por saco... yo trabajo hablando todos los días con ingleses y no hace falta tanto, incluso me atrevo con los alemanes, aunque acabo diciéndoles que les entiendo pero que no se hablarles, aunque al menos lo intento y aprendo a la vez... O te piden experiencia... O poder hacer un convenio con tu universidad (que estoy a punto de pedir una segunda carrera... sólo para hacer el convenio)...
O lo mejor te preguntan si controlas de informática, la manera es un poco extraña. A ver pone Internet: básico, medio o avanzado. Hasta ahí bien, aunque si eres como yo no sabes exactamente que nivel tienes, así que acaba siendo por cuantas veces lo usas, diariamente, una vez a la semana o cuando te aburres una vez al año. Después preguntan si tienes título... pues no, mire se usarlo porque lo llevo usando toda la vida... Bueno y lo más divertido MESES, a qué se refieren, cuanto duró el curso, cuánto tiempo llevo usándolo... A ver, si yo empece a chatear en el IRC con 14 años (que dije que tenía 15 porque todos tenían 19 y no he vuelto a chatear con gente que no conozco desde los 16) y eso fue allá por el año 95 y estamos en el 07, eso hace unos 12 años y si cada año tiene 12 meses... C*** hace un porrón de tiempo... al final y redondeando llevo usando innete unos 100 meses=más de lo que usted sabe de su existencia... tengo 26 años, llevo toda la vida con innete, tuve cibernovio (al que nunca conocí) cuando aquello no tenía palabra para designarse con 15 años... y mi dirección de correo electrónico era de ctv que hace siglos de esa compañía. Recuerdo decirle a una profesora que no le entregaba el trabajo porque el Chernobyl (aquello sí que eran virus), se había cargado mi ordenador, aquello fue en el 98 ó 99.
Pero lo más chungo, ¿cuánto puede costar aprender a usar un programa nuevo? Es decir, no sé si lo se usar porque nunca lo he necesitado, ni me he puesto, pero no es aprender a programar (que ahí si que digo que soy negada)... Suponiendo que sé usar con suficiente habilidad más de 20 programas... no creo que prender uno más pueda ser muy difícil y si lo es, no tendré más huevos que aprender.
Tienes que saber SPSS, Acces, Excel, Power Point, Inglés (si es cataluña, Catalán), un segundo idioma es mejor, programas de diseño, poder trabajar solo o en compañía, ser organizado, creativo, poder viajar, ser flexible (pues miré no me puedo tocar la punta de los pies con las manos si tengo las piernas estiradas), haber hecho algún tipo de prestación social, y haber sobrevivido a un bombardeo y millones más de requisitos que ahora no recuerdo... Pero el mejor ha sido uno que ponía Sentido común, no sé si alguien tiene sentido común cuando piden todo lo que piden...
Bueno, y eso es sólo para cobrar con suerte alrededor de 12000 euros al año.
No me extraña que haya fugas de cerebros, lo raro sería que se quedasen.

martes, septiembre 04, 2007

Ernest, el osito londinense

Para los que no lo conozcáis, os presento a Ernest.Ernest es un osito que llegó a mi vida de una manera peculiar. Fue olvidado en el aeropuerto, o más bien, se perdió. Supongo que algún niño lamenta su ausencia. Pero lejos de dejarlo huérfano me lo traje a casa y le dí un hogar. Lo duché y le dejé dormir conmigo un par de noches hasta que se acomodó un poco a nosotros. Es que siendo inglés los españoles somos un poco extraños para él, como bien me lo ha hecho saber.
Ernest, que se llama así por La importancia de llamarse Ernest, es un osito encantador. Él me contó que era de Londres y que había pertenecido a un niño de tres añitos llamado Stephen. Habían venido a Alicante de vacaciones. Y que mientras dormía la siesta en el carrito de Stephen, no sabe muy bien cómo había acabado en mis manos. Me ha dicho que no le importa quedarse en mi casa, pero que echa de menos a Stephen.
A Ernest le gusta mucho el té. Así que de vez en cuando le acompaño a tomar un poco de té con pastas mientras me cuenta algunas de sus aventuras. Porque como bien dice Ernest, con un niño todos los días son una aventura. Además Ernest tiene una larga historia porque antes de pertenecer a Stephen vivió con Ángela, que fue quien afirmó la importancia de llamarse Ernest.
Os mantendré al día sobre las aventuras de Ernest. Ahora nos vamos a dormir y a soñar con Stephen y con las historias que nos quedan en el tintero.

domingo, septiembre 02, 2007

YO.

Soy una persona extraña, siempre lo digo y al principio nadie me cree. Tengo mis manías como todos, y mis cosas extraordinarias. Pues una de ellas es el hecho de que las cosas que debería escribir aquí se me ocurren en el coche o en la ducha o yendo hacia el trabajo. Es decir, esos momentos en que mi mente debería estar inactiva o en bajo rendimiento, es cuando mi procesador saca toda su creatividad y crea cosas maravillosas. Es un por saco, me encantaría poder escribir mientras conduzco. Al hilo de esto, zon un día me preguntó que dijese 3 inventos o superpoderes que me solucionasen la vida. Pues uno, para mi, es un grabador de pensamientos. Si alguien se pone a desarrollar uno, por favor, que me lo comunique.

La gente suele decir que ellos quieren volar, superpoder o aparato que considero inútil si no eres fotógrafo o algo así. Puestos a pedir entre volar y teletransporte, me quedo con el teletransporte. Como Hiro Nakamura en Heroes. Pues eso, que quiero un grabador de pensamientos, porque no me gustan las grabadoras de voz. Aunque son útiles porque puedes retomar pensamientos.

Yo a los pensamientos que pierdo en el coche o en la ducha los llamo pensamientos perdidos. Ya hablaré más de pensamientos perdidos algún día, hoy nos quedamos con inventos y superpoderes.

jueves, agosto 30, 2007

Tv vs Innete

Bueno, como lo he leído en varios sitios y no hacen más que dar por saco, lo voy a poner un tal Vinton Cerf (uno de los padres de innete) dice que la tele se muere y que Innete le va a ganar la partida. ¿Sólo porque algunos nos descargamos los programas? Yo sigo viendo la tele, y millones de personas no tienen innete o no lo usan. Decían que la radio moriría y ahora todos la escuchamos en el coche al menos una hora al día, vale, ya no hay radionovelas, pero sigue existiendo. (Creo que las radionovelas pueden tener su público, o la lectura de un libro, no masivo pero público al fin y al cabo). Decían que la prensa moriría y ahí esta, ahora pasando un mal momento porque la gente la lee por innete (los que tienen) pero todavía hay quien dice aquello de "no es lo mismo el papel tiene su encanto". Los libros morirán decian otros y yo sigo llevando uno en el bolso que saco cuando espero. Bueno, pues a mi me gusta sentarme con mi madre y ver House, ese es uno de los motivos por los cuales no lo descargo. Reírme y comentar in situ, cualquier chorrada de la televisión. Además por ahora el gran medio publicitario (si olvidamos revistas como Raggazza o Glamour, que son todo publicidad) sigue siendo la televisión, se invierten millones y llega a millones de personas, es el medio masivo por excelencia.
En los 50 pocos o nadie tenia televisión, ahora todas las casas tienen al menos una sino tres :P Si ya sé innete es un medio joven, pero no se nos olvide que es un medio especializado, yo leo lo que quiero leer, miro lo que quiero mirar y voy donde quiero ir. En televisión no pasa eso y no hace falta pensar, tú te sientas, haces zapping y encuentras algo con lo que entretenerte entre 7 ó 20 canales, es una pequeña decisión y es muy cómodo para desconectar. La televisión no es para informarte es para entretenerte y desconectar durante 1 hora o así. En innete tienes que estar atento, tienes que decidir donde vas, no va solo y la oferta es muy amplia. Mi barra de bookmarks tiene más de 20 y seguramente más de 50, y según la ocasión ojeo o no estos o busco en google, pero tengo que pensar.
Señor Vinton lo siento pero son dos cosas diferentes y se utilizan de manera diferente. Ya veremos como evoluciona pero no creo que los patines, los monopatines y las bicicletas sean exactamente lo mismo y se utilicen en las mismas situaciones :) Yo no se montar en monopatín, pero de vez en cuando cojo los patines y me voy por un paseo liso a caerme unas cuantas veces con un par de amigos, y si quiero ir a la playa, puede que coja mi bici. El ordenador es un medio bastante más solitario y aunque las series las puedes ver en la televisión, a menudo las ves directamente en el ordenador y las borras.

lunes, agosto 27, 2007

Resultados o Información

Es un binomio curioso. Estaba en la ducha y tengo un hábito muy feo, cuando hago tareas repetitivas pienso demasiado. Pensaba que todavía no sé que prefiero. Parece ser que últimamente la gente prefiere estar informada en todo momento y que el resultado final no sea una sorpresa. A ver, no me he explicado bien, si tienes a un pariente en el hospital o si tu hermano está secuestrado, la gente necesita información pero a veces esa información no se te puede dar porque influiría en el resultado. Y es muy duro, pero no sé todavía que prefiero. Porque me importa el resultado, pero por deformación personal y profesional necesito o me parece muy importante estar informado, porque no estar informado puede llevar a tomar decisiones equivocadas, así que ahí está mi dilema, quizás deberíamos de unirlo a algo uno de los dos para encontrar un punto de equilibrio.
No es como con el binomio de libertad y seguridad. Tras mucho plantearmelo he llegado a la siguiente conclusión. A parte de una medidas de convivencia básicas como no matarás o dejarás que tus vecinos se diviertan aunque te dé por culo porque un día querrás divertirte tú y sin querer darás por saco. Bueno, a parte de eso valoro bastante mi libertad, y odio que decidan por mi. Una cosa es que yo pida consejo (cosa que hago habitualmente) y otra que no pueda decidir libremente (con castigos abusivos por decisiones moderadas). Pues ahora no te dejo hacer esto y tampoco puedes hacer esto y tampoco puedes hacer esto... No, veamos, entiendo que hay personas que se pasan pero ¿en vez de educar vamos a prohibir?, esa nunca fue la salida. Así que yo por mi parte me quedo con la libertad, pero unida a la educación y la empatía, que a veces faltan un poco en la sociedad.

lunes, agosto 13, 2007

Nueva Era

Vale, el blog cambia de formato, ya sé que esto era de películas y tal... voy a ver si lo muevo todo aunque no me gustaría perderlo. A partir de ahora serán mis neuras que son muchas... y es que me aburre un poco esto de buscar curro y tengo millones de musas cerca que me despiertan a las 6 de la mañana para escribir... Así que eso voy a hacer :)