jueves, octubre 30, 2014

1 día

A veces
los momentos
nos sorprenden.
Y la vida nos regala
días en los que sólo existe
el amor y la felicidad.
Cuando nos olvidamos del yo,
y para ser nosotros
y compartimos
el cariño, los recuerdos
y estos instantes que se grabarán
en la memoria colectiva
de tantas vidas.
Y se revivirán
en las comidas
o con un gintónic
alguna tarde de domingo
perdida en un futuro que todavía no es.

Y entonces caemos en la cuenta
de que ese instante
ha servido para que recojamos
la lluvia que alimenta
y nutre las huellas
que dejamos en el camino.
Y es gracias a eso
que crecemos
y encontramos los motivos
para seguir adelante
cuando todo se tuerce.
Y es a su vez
recompensa por continuar,
por todo aquello que hicimos bien,
por perdonarnos por lo que hicimos mal,
por las decisiones
y por no rendirnos.

Cuando una parte del puzle encaja
y ves las sonrisas
y eres parte de los abrazos,
cuando alguien te dice:
"te quiero"
y te obsequia un día
que ninguno de vosotros olvidará. 
A mi familia, por crecer y 
regalarme más amor del que hubiese podido imaginar.
Y como debería haber dicho Coelho:
El amor se multiplica cuando se divide,
porque infinito es 2.

lunes, octubre 13, 2014

Quien define la belleza

Y ¿qué pasaría si fueses bonita?

¿Quién dijo que no lo eras?

¿Quién llenó de inseguridad tu mirada?

Quizá ya eres hermosa,
pero no eres capaz de apreciar
tu propia belleza.
Simplemente porque es natural,
desinteresada y sincera.
No se esconde con máscaras,
ni se disfraza de fiesta.
Porque tal vez no esta definida
por parámetros estéticos,
y reside en las sonrisas
que huyen, inconscientes, de tus labios.
Puede que se esconda
en ese abrazo
que regalas
sin darle la importancia
que otros, los de fuera,
aquellos que agradecen tu presencia,
ven que tiene.

Tal vez, alguien te dijo
en algún momento
que no eras hermosa,
y lo repitió tantas veces
que se grabó en tu alma.
Quizá no fue 1 y fueron 80.
// Siempre menos de los que dijeron que te amaban.

¿Dime quién fue?
Pero no le eches la culpa,
identifícalo, para aceptarlo y que deje de doler.

Ahora eres tú quien repite
la melodía tenebrosa.
Y eres TÚ quien rompe
su propio corazón
y quiebra su ánimo
segundo tras hora.
Has desaprendido a quererte
ya no ves la belleza,
y por lo tanto, ya no compartes el amor
ni la hermosura
de los minutos que la vida
nos presenta.
Momentos de nervios,
instantes de lágrimas
que ayudan a apreciar los eventos
que se cargan de felicidad
y te llenan de esperanza.
O quizás ya no eres capaz de reconocer
ese momento mágico en el que alguien te ofrece todo su amor
y se escapa entre tus dedos.

Puede que sólo haga falta
que redefinas,
en tu diccionario personal
ese adjetivo

bonita.

Tal vez, un día,
un martes cualquiera decidas
imprimir tu foto
y escribir encima
esa palabra que te aterra
"bonita"
dentro de un corazón de tiza
en la parte de dentro
de la puerta que abre tu alma.

Quizá algún día,
seas tu quien te quiera.