lunes, marzo 25, 2013

Bondad

Y ya estamos
otra vez
con adjetivos
que no termino
de entender.

Me dices
que soy buena.

Será que te parezco
un ser naíf.
Que representa
una realidad
ingenua y feliz.

Y sin embargo
todos sabemos
que soy todo lo que siente
dentro de mi;
hay partes de mi
que no son agradables,
útiles o bonitas.
Pero existen.
Acepto las taras
como parte de los dones.
Y utilizo esos pedacitos
de mi que no me gustan tanto
para entender a los demás.
Comprendo que somos todo
y no sólo una parte,
un instante o un momento.
Siempre se me dió mal
hacer subdivisiones
en las cosas
una vez interiorizado
el todo.
// Cosas de la dislexia.

Y aquí estoy
oyéndote decir,
una vez más,
que soy buena.
Y yo,
que no sé aceptar un cumplido
bajo los ojos
y me sonrojo,
porque no lo entiendo.
No consigo
concebir
que no percibas
el todo
que yo veo.
Y agradezco,
en voz bajita,
que decidas
quedarte
con la parte buena.

domingo, marzo 24, 2013

Forjando vidas

Y me preguntas
si no es perjudicial
aceptar en una relación
la dependencia.
De que en caso
de que alguien
desaparezca
de la vida,
por las circunstancias
que sean,
nos hundamos.
/* Y eso lo interpreto como el miedo a caer,
que yo,
ser inconciente
por naturaleza, no poseo. */

Y no puedo evitar
preguntarme
si no es lo normal
cuando se ama.
Sentir que la ausencia
te desgarra las entrañas.
Conservar el dique
de lágrimas
en la garganta.
Mientras la voz,
las manos
y los ojos
te delatan.
E incluso llegar
a desear no pertenecer
a un mundo
que ya carece
de la estrella
que te iluminaba.

Y entonces,
aparecen los ángeles,
seres buenos
que te despiertan,
y te recuerda
lo que queda
y lo que fue.
Las sonrisas de madrugada.
Los llantos. Las pataletas.
Los pasteles de chocolate.
Los gin-tonics de fresa.
Y todo ello ocurre,
pasó y sucederá
en compañía.

Y en ese momento
te das cuenta
que no te sostiene
una única cuerda
y que tienes una red
de protección
y amor
que te rescata.
Porque existen
más estrellas
que iluminan
la senda.
Y un día,
con el paso del tiempo,
agradeces
haber conocido,
a esa persona,
que fue bastón y roca,
de la que dependías.
Y reconoces
que su protección,
su ayuda,
su mano acompañando
tu camino,
sus reprimendas,
te han hecho más fuerte.
Porque te ayudó a crecer
y a ir uniendo
a tu vida
otros destinos.
Te acompaño
al construir
recuerdos
y al anclar
las cuerdas
que hoy
forman tu red.

sábado, marzo 23, 2013

Margarita

Quise un amor de cuento de hadas.
Así que me puse manos a la obra.
Y compré.
Un zapato de cristal,
// en el que no cabía mi pie.
Un kilo de manzanas de cera,
// que nunca me llegué a comer.
Una rueca en una tienda de antigüedades,
// pero nunca tuve nada que hilar en ella.
Una tacita de té con una muesca,
// que tuve cuidado de apartar para que nadie se cortase.
Un conejito blanco al que ponerle calcetines,
// porque no tenía dedos para ponerle guantes.
Una alfombra traída de arabia junto a una especie de tetera que me dijeron que era una lámpara,
// pero nunca pude volar en ella.

Así que tras mi recolección lo metí todo en la maleta,
// bueno el conejito iba en transportín.
Ahora sólo faltaba el príncipe
que lo prefería de un color que no fuese azul porque los pitufos no son lo mío.

Y me puse a buscar un príncipe por las casas nobles, desde más cerca a más lejos.
Y busqué y busqué.
Pero el hombre que debía ser mi príncipe no apareció.

Un día cansada de buscar, desplegué la alfombra en un parque y me senté.
Se acercó una señora muy mayor y preguntó si me encontraba bien.
Las lágrimas empezaron a salir.
Y ella me abrazó.
Le conté, que lo había hecho todo bien.
Había conseguido todo antes de ponerme a buscar.
Pero se resistía a aparecer.
Entonces ella sonrió.
Me explicó que no necesitaba aquellas cosas.
Me dijo que mi sonrisa y quizá un beso debía bastar para conquistar al hombre que debía compartir mi vida.
Que buscase a un hombre normal sin reino que gobernar.
Un ser dulce que al verme sonriese y se le iluminase el alma.

En aquel momento llegó un hombre también muy mayor.
Al vernos sentadas, sonrió.
Y en ese momento descubrí lo que debía buscar.
Porque nos enseñan mal lo que de verdad importa.

jueves, marzo 14, 2013

Cuidar la mente (Updated)

Las egobloggers, esas que sacan fotos periódicas de lo que se ponen, de vez en cuando hacen posts de productos de belleza. Yo egoblogger, que hago poemas no periódicos de sentimientos que me encuentro en casa o tirados por la calle, he decidido que me apetecía hacer un post de libros que me han gustado.
Como es el primero (creo, si hay otro no me acuerdo) he decidido poner mis libros favoritos. He leído más libros de estos autores pero iremos por partes y pondré el que más me ha gustado. Si os gusta este post iré haciendo más como este y veréis que aparecen estos autores a menudo.

UPDATE: Asumo el poco éxito de este post. Tranquilos, no volverá a pasar :D

El hombre bicentenario (Isaac Asimov)
Me gusta esta portada. Un relato sobre la humanidad y la singularidad. Donde lo que se espera de uno y lo que uno mismo es o da son cosas diferentes. Lo que se cuenta concuerda con mi idea de amor. Las personas que te aman te aceptan como eres y te ayudan a crecer. Una libro super bonito y muy fácil de conseguir, en casi cualquier conjunto de relatos de Asimov viene.

Generación X (Douglas Coupland)
Me encantan las descripciones de personajes de este autor. No es una historia, es la descripción de vidas que se mueven poco pero se viven desde el interior. Es una visión crítica a la sociedad desde las personas. Aunque se supone que describe una generación anterior hay muchos paralelismos con las actuales. Este es más difícil de encontrar (yo tuve que sacarlo de una biblioteca pequeñita y perdida, por suerte un día en una librería lo encontré en rosa fosforito y en inglés) y probablemente más raro de leer.  Ahora se publica más.

Vientos del este, vientos del oeste (Pearl S. Buck)
Una de las historias de amor más bonitas que podáis leer. Un libro sobre cultura y sentimientos. Sobre tradiciones y cambio. Pero sobre todo un libro sobre amor y comprensión. Yo leí una versión más antigua, y me alegré mucho al encontrar esta versión en las tiendas. Lo querréis tener en papel.

Un trabajo muy sucio (Christopher Moore)
No os lo podéis tomar en serio, es un libro de humor. Pero me lo pasé tan bien leyéndolos que os los recomiendo. Siempre que os guste el humor absurdo. Los siguientes no he podido terminarlos, pero estos dos son brillantes.

La melancólica muerte de chico ostra (Tim Burton)
Una forma brillante de hacer poesía y es un libro para todas las edades. Los adolescentes lo adorarán. Personajes increibles, diferentes, outcasts. Aviso a navegantes, no olvidéis que Tim Burton es un poco cursi. Está en bilingüe, así que es recomendable si queréis aprender inglés. Otro que querréis tener en papel.

¡Quiero escribir más! ¡Me faltan muchos que me dejo fuera! Pero lo dejamos en cinco (casi seis) que me parece un buen número. Si veo que os mola, volveré. Ya lo sé ningún español... vendrán que también, los hay que me gustan, pero me crié con literatura anglosajona, lo siento.

PD. Los tengo todos en algún sitio de la casa, pero soy muy vaga para buscarlos así que las fotos son de Internet, de alguno incluso tengo dos o más versiones.

miércoles, marzo 13, 2013

Encuadres

Últimamente me he dado cuenta
de que tienes un hábito
que me parece muy divertido.
Antes de salir de casa
siempre guardas
una sonrisa en tu bosillo.
Se ha convertido
en una costumbre
como coger las llaves
o los pañuelos
antes de abandonar
este lugar seguro,
en el que las sonrisas
están desperdigadas por los cajones
o se esconden en la nevera.
La llevas allí guardada
por si la fueses a necesitar
una vez que sales de tu reino.
Por si las cosas se tuercen
y tuvieses que recurrir a ella.
Si te ves en apuros
y piensas que el día,
que amaneció hermoso
se va a transformar
en un desastre repentino,
metes la mano
y recuperas esa sonrisa.
y no hace falta más que una
para que todo vuelva a su sitio.
Y por supuesto,
te das cuenta
de que nada es tan horrible
como para no tener solución
y todo mejora y la vida sigue
llevándote por su camino.
Así que siempre te acuerdas
de guardarla en su sitio.

Pero de una cosa no te has dado cuenta
tus sonrisas son contagiosas,
así que si quien tiene el mal día
soy yo, quizá decida recurrir a tu bolsillo
para robarte la sonrisa.

sábado, marzo 09, 2013

It troubles me

Tienes que tomar
una decisión importante
de esas que yo entiendo
que sólo puedes
tomar tu mismo.
Y siento que quieres
que yo tome
la decisión por ti.
/* En lugar de pedir consejo
me preguntas qué hacer. */

Y es una de esas decisiones
que cambian la vida
y generan futuribles
de los que sólo uno mismo
puede hacerse responsable.

Y sonríe
mi interior,
enredado,
ante el sentido
irónico
de la vida
porque a menudo
otros pensaron
que yo actuaba así.
Implicando que yo,
sujeto hiperconsciente,
podría dejar que alguien
distinto de mi
decidiese qué camino
debo de seguir.
Y como decía Alaska:
Mi futuro es el que yo, elijo el que yo, decido  para mi...
Os dejaré elegir vuestro futuro, 
y todo lo elegimos por acción u omisión.
Gracias al libre albedrío somos responsables de nuestras vidas, y me encanta.