sábado, febrero 19, 2011

Feliz día de la madre

Siempre estabas allí, dispuesta a enseñarme a volar. Animándome.

- Venga, un intento más- decías mientras me empujabas dulcemente hacia adelante.- Esta vez lo has hecho un poquito mejor. La próxima seguro que puedes tu sola.

Y yo, siempre con el dichoso miedo a las alturas. Me mareaba sólo de pensar que tenía que subir otro escalón.

No desfallecías en tu intento de que aprendiese a valerme por mi misma.

Así que hoy, que vuelo en compañía, porque eso de volar sola me da pereza. Hoy, quiero compartir mi vuelo contigo.

**Porque no quiero esperar al día de la madre para felicitar a mi mama por tener una hija tan estupenda :)
Te quiero mama.

viernes, febrero 18, 2011

Inicios

Noté tu mano. Cálida. Me arrastró fuera del tren en hora punta. Mis labios intentaron exhalar una queja. Quedó ahogada en mi garganta con una mirada.

Tu mano, apretando la mía. Nuestros corazones latiendo al únisono. Y de repente el sol de Madrid abofeteó mis pupilas. Me detuve. Solté ese apéndice que nos unía irremediablemente.

- ¿Dónde vamos? - pregunté
- Ya lo verás
- Pero hoy no tengo tiempo para juegos, tengo muchas cosas que hacer y no me queda espacio.
- Confía en mi.

Desarmada, volví a enganchar mi vida a la tuya. Sin esperarlo te detuviste triunfante. Dirigí mi mirada en la dirección que señalaban tus pestañas. Y lo vi. La valla con el anuncio que yo había escrito.

- Sólo quería compartir contigo el momento en el que lo vieses por primera vez. Ya te han publicado.- Me reprochaste.

Te abracé y te besé. Mientras Madrid seguía su curso y los extraños ni siquiera se percataban de nuestra existencia.

Cambios en el blog

A menudo me comentan anónimos. Básicamente me comentan anónimos y mi family. Como ya dije en una ocasión a mi que entréis y hagais voyeurismo me parece perfecto. Como sé que os gusta ser anónimos, a mi también me gusta, os he puesto los tags que veis al final que ponen Opina:... Intenté ser graciosa, pero no me cabia mucho más. Básicamente es un: hoy mejor dedícate a otra cosa; bueno, es interesante; y este me gusta. Si se os ocurren mejores estoy abierta a sugerencias.

Bueno, todo esto es para explicaros cómo funcionan, no hace falta que os identifiquéis, no os pide nada, con pinchar con el ratón encima ya directamente lo contabiliza. No me dice quien ha dicho qué, ni nada. Es bastante como no dejar huella, pero dejándola un poquito.

PD. Como ya he dicho en alguna ocasión, repito por si hay nuevos, los comentarios en los posts con menos de 15 días se publican directamente, en los anteriores pasan primero por mi. Así no me los pierdo y no se me cuela spam :)

martes, febrero 15, 2011

Puzzle

Los vasos se amontonaban en el fregadero. Las piezas del puzzle regadas por la habitación. ¿Qué sería de él si no conseguía terminar el puzzle? Tenía el cielo ya completo. Pero en su interior tenía miedo de haber perdido alguna pieza que no le permiese terminar el puzzle. Y si lo completaba todavía no había decidido que haría después. Había tantas posibilidades. De momento no dejaría que su inseguridad le jugase malas pasadas. Primero había que centrarse en acabar el puzzle.

lunes, febrero 14, 2011

Incoherencias de seres tarados.

Me gusta la palabra tarados.

tarado, da.

(Del part. de tarar).

1. adj. Que padece tara física o psíquica.

2. adj. Tonto, bobo, alocado. U. t. c. s.


tara
1.

(Del ár. hisp. ṭár[a]ḥ, y este del ár. clás. ṭarḥ, acción de quitar, restar o apartar).

3. f. Defecto físico o psíquico, por lo común importante y de carácter hereditario.

4. f. Defecto o mancha que disminuye el valor de algo o de alguien.



Mi padre, que se crió en la argentina usaba la palabra en su segunda acepción. Realmente pienso que todos estamos un poco rotos y de ahí vienen las disfunciones comunicativas. Es decir, todos tenemos alguna o muchas taras, que no es que disminuyan nuestro valor, sorprendentemente, si no que nos vuelven jueces de vidas ajenas. Empiezo a pensar que la humildad es como la empatía, pocos la conocen y menos la practican. Como no estáis dentro de mi cabeza, viene a significar que si conocemos y somos conscientes de que estamos tarados, tal vez seamos más condescedientes a las taras ajenas.

Podríais pensar que esto viene de alguna anécdota reciente de mi vida, tal vez subconscientemente (pero no os devaneéis mucho la cabeza al respecto, que no merece la pena). Conscientemente viene de un artículo de Punset en el que partiendo de la base de que nuestro cerebro ya ha tomado la decisión antes de que nosotros seamos conscientes de ello, resumidamente dice que ni nosotros nos conocemos.

Y esto, como al criticar lo que hago es un juicio más, como tengo limitaciones y lo que yo creo verdad es subjetivo; si alguien no lo quiere tener en cuenta, me parecerá bien.

sábado, febrero 12, 2011

La bala, en la sien

La sangre, esparcida por la pared no era una buena señal. Alguno de los presentes salió corriendo al baño, pero no llegó.
- ¿No habías dicho que estaba descargada?
- Yo no he dicho nada... Se supone que de eso te encargabas tú.
- ¿Cómo me voy a encargar si la última vez la pistola se quedó en tu casa?
- Bueno, seamos pragmáticos, ¿qué vamos a hacer?
- ¿Vamos? Es tú casa y es tú pistola.
- Bueno, yo llamo a la policía; tú ve a cambiarte de ropa y llévate al cagón contigo. Si no os importa llamad a su madre para que venga.

jueves, febrero 10, 2011

Carisma

Nadie, en kilómetros a la redonda sabría decir su nombre. Ni siquiera sus padres recordaban que en la partida de nacimiento ponía Esperanza. Un nombre que afirmaba aquel dicho de que todos los niños vienen con un pan bajo del brazo. Y deberíamos decir que muy apropiado, dado el color verde de su piel.

Sin embargo, todos la conocían como "La malvada bruja del este". Porque tu papel cambia dependiendo de quién cuente la historia. Y en este caso, dado que Dorothy era adorable y, Esperanza era callada y de moral demasiado recta como para permitir la holgazanería, al final quedó como la bruja malvada que nunca fue.

martes, febrero 08, 2011

La muerte.

“Le cobran en aquella fila de la izquierda, si no le importa”. Con algo tan rutinario, con esas palabras empezó nuestra vida en común.

Completamos el papeleo y estábamos destinados a ser una familia. Primero llegó Juan y unos años después Victoria. Los niños crecieron y se fueron. Casi sin darnos cuenta nos habíamos acomodado a esa soledad compartida, hasta que llegó el Alzheimer y se la llevó.

Hoy, la cajera del banco ha repetido esa frase. Ha entrado alguien. Gritos. Me he quedado paralizado. Tras el atronador sonido de un disparo, he sentido un pinchazo en el pecho. En todos estos años no había recordado ese momento. Después, cuando ya el mundo había desaparecido de mi vista, la ambulancia me llevaba al hospital.*

*Lo escribí para un concurso la semana pasada, no lo mandé. He añadido dramatismo al final (ya no hace falta que sean menos de 100 palabras) y así os lo presento.