Y me dices,
sentadas
frente a un té,
a media tarde,
que la vida
no es lo que esperabas
y que te ha tocado
replantearte
el mundo que te rodea.
Y todavía no has decidido
si te quieres,
arriesgar
y cambiar.
Y me cuentas,
con voz velada,
las complicaciones
que acarrearía
la mudanza
de trabajo,
de familia,
de vida...
Ese trocito
de universo
que con esfuerzo
has conseguido
robarle al tiempo
y que aunque no te llena
de alegría
te da tranquilidad
y te sientes segura en él.
/* Y yo,
que he luchado
frente a los convencionalismos
me siento
poco útil
y se esconde
en mi mirada
la tristeza.*/
Y yo,
que deseo
que seas feliz
y te sientas completa,
sólo puedo escucharte
mientras te compartes
y me cuentas.
Y asegurarte
que respecto a mi
da igual la decisión,
nada va a cambiar
que yo te quiera.
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