viernes, julio 26, 2013

Comentarios

A menudo,
siento
que escribo
en este vacío
sonoro.
Y sólo yo,
escucho
los píxeles
que escapan
de mi mundo.
Y es entonces
cuando intento
recordarme
que escribo
para mi monstruo.
/* Ese ser hipertímido
y demasiado consciente
que vive
en la cómoda
y en verano
se traslada
a la nevera
y al que me cuesta
un mundo
sacar de paseo.*/

Y sin embargo,
a veces,
mis oídos
vislumbran
las voces ajenas
de exploradores
que se aventuran
en este mundo
que construyo.
Y entonces,
el corazón salta
por la compañía.
Y mi monstruo
mira
a través de mis piernas,
y yo sé que sonríe
porque le gusta descubrir
que el mundo,
el de fuera
de su zona cómoda,
nos entiende,
a veces,
y otras
simplemente
escucha.

Terra-formando

Crecemos
en este planeta azul
que antes,
hace millones de años,
fue rojo
y puede que un día
no muy lejano
sea verde.
Quizá
algún día olvidemos
lo que costó
darle vida,
lo convirtamos
en un lugar poluto
y entonces
este mundo
será gris.

jueves, julio 25, 2013

Más allá de los sueños

Yo,
que soy un caos
y nunca consigo ordenarme
escribo.
Y podría echarle
la culpa
a la entropía
de mis sentimientos.
Pero hace mucho
que aprendí
que no importa
el responsable.
// Y dejé de buscarlo.
Es necesario
analizar
el resultado
y avanzar
o repetir.
Y así,
salen estos poemas
desordenados.
// Entrecortados.
Intentando
descifrar
la incertidumbre
y transformar
la energía contenida
en una obra
// de arte, o no,
hermosa.
// O no.
Un ritmo
contenido entre mis dedos
que se derrama
convirtiendo las palabras
que resuenan
detrás de mis pupilas.
Y al final
es como un paisaje
de flores
compuesto
por algún impresionista.
Pero en lugar de colores
yo tengo letras
con significantes
que escapan de mi dominio
y significados
con los que juegas tu
que me lees
despistado.
Donde mis objetos
pictóricos
son los sentimientos.
Y a pesar de parecer
simples manchas
sin orden ni concierto
al mirar
el resultado completo
desde lejos
construyen
las alegrías,
los miedos,
las ideas,
los sueños,
las lágrimas,
y los besos.
De sensaciones
brillantes
o lúgubres.
De alma
incompleta
en reconstrucción
constante.

miércoles, julio 24, 2013

Proceso de indexación

Y viene
algún robot
despistado
a revisarme
e indexarme
para que otros
me puedan encontrar.
Y mi monstruo
// el de la nevera
se esconde
y se pregunta
si es posible
que un rastreador ruso
// estadounidense o alemán
entienda
realmente
lo que él no se atreve
a decir
y por eso escribe.
Y sonríe,
porque se los imagina
como los animales
de los cuentos de Beatrix Potter
de vidas laboriosas,
tomándose un descanso
para leer este diario discontinuo
y sin terminar.

martes, julio 23, 2013

2

Me gusta el 2.
Quizá porque es la dualidad,
dos estados
en un único recipiente.
El amor
que comienza
en una pareja
de seres
incompletos
y crece
y se multiplica.
Tal vez sea
porque ahí es donde empieza
el diálogo y termina el monólogo,
esa conversación
que no aporta contenido
ni marcos nuevos
al universo
y detiene el Big Bang.
¿Significa eso
que me gusta aprender?
¿Comprender?
¿Asimilar?
Y así crear un paisaje nuevo,
a partir de retales
ajenos.
O simplemente,
necesite compartir
lo que se origina
en mi mente,
y sea un acto de narcisismo.
Incluso
podríamos conjeturar
que para llenar el vacío
necesitas ocuparlo
con otro.

Y así,
no me siento cómoda
en la soledad
de una única sensación,
y busco a
mis musas,
a mi monstruo,
a ese mundo
extraño y brillante
con el que relacionarme.
Puede incluso,
que por eso naciese
un veintidós,
y sea géminis.
// Para terminar de rizar el rizo.
Tampoco estoy a gusto
cuando existen demasiados
seres compartiendo mi espacio.
// Mucha información.
Y entonces divido,
interpreto
e interactúo
en múltiplos
de ese número
que se adapta a mi.
Y soy yo,
y tu,
y mi nosotros
es de 2;
aunque entre todos
sumemos 80.
Y genero rutinas
en mis análisis
de quebrados
de 2 elementos
singulares.
Y ahora,
mi hogar
ya es más de 2;
y sin embargo
espero que crezca,
para alimentar
esta conversación
que aunque carente de coherencia
despierta los sentimientos
que mi alma
atesora.

lunes, julio 22, 2013

De hijos a padres

Una de las cosas más difíciles
a la que nos enfrentamos
es aceptar
que nuestros padres
son personas.
Es necesario
aprender a quererlos
tal y como son;
y no
como nosotros
creemos que deben ser,
o peor aún
como querríamos que fuesen.
/* Tal vez, deberíamos dejarles ser
como ellos lo decidan
recordando que es su vida
y no la nuestra
la que ellos deben de vivir.*/
Y sé que ser hijo
es un rol egoísta,
pero nunca está de más
ser generoso
con ellos
que nos han dado,
entre otros,
la vida.
Hay que conseguir
valorarles
por las cosas maravillosas
que nos brindan.
El amor incondicional,
los abrazos,
los consejos,
el apoyo,
el habernos ayudado a crecer
y convertirnos en las personitas
que vemos frente al espejo
todos los días.
Y quizá con buena voluntad,
y muchísima paciencia
también deberíamos
de dejar pasar
aquello en lo que se equivoca(ro)n.
Porque aunque una mala acción
cuente más que cinco buenas,
en el marcador
normalmente
irán ganando las buenas.
Porque son ellos los que se desvelan
pensando en nuestro futuro,
los que nos otorgan
// a veces con esfuerzos desmedidos
lo que ellos no tuvieron.
Las oportunidades,
una educación,
el primer vehículo motorizado,
las fiestas de cumpleaños,
el amor por la literatura,
su tiempo, su dinero
y cariño suficiente
para iluminar un estadio entero.

Así que no vale
quererles sólo
una vez al año
o recurrir a ellos
cuando te sientes necesitado.
Hay que abrazarles,
sonreirles,
y demostrarles
que les quieres.
Puede que con suerte
tal vez logremos
devolverles
un diez por ciento
de lo que ellos
nos han regalado.


viernes, julio 19, 2013

Cuestión de t(i)empo

Y sonrío
ante la impaciencia
de los veinte.
Y recuerdo
esas mismas palabras
abandonar mis labios.
Y son los treinta,
los que me han enseñado
a dejar que la vida fluya
y permitirle
marcar el ritmo
de la melodía.
Ya no me dedico a forzar
a la vida hacia un prestissimo.
He aprendido,
tal vez,
a disfrutar de los adagios,
el amor andante,
que pronto se acelera
hacia el allegro,
o vuelve hacia atrás
dejándonos saborear
dos compases de tranquilidad.
Y sin esperarlo
un día te despiertas
en mitad de un vivace,
que al pisar el acelerador
llega al presto.
Y casi sin darte cuenta
el sol aparece, tímido,
y la tempestad se calma
y vuelves al tempo largo,
de las tardes
de invierno
frente a la hoguera.
Y son los años,
la observación constante,
y la experiencia
los que me permiten
dejar a la vida
imponer
a capriccio
las revoluciones
del movimiento.
Porque he descubierto
que el camino
es el que hace
la composición
completa.
Y hay que disfrutar
la música
que la vida
como buen compositor
nos regala generosamente
al depositarnos
// sobre la partitura
en el planeta.

jueves, julio 18, 2013

Imperfección y despistes

Estos días me ha dado por pensar, gracias entre otras cosas a un anónimo muy majo, en la imperfección, y en cómo aceptarla (casi siempre) me ha ayudado a sonreír más. Yo he tenido comportamientos negativos y a menudo  me fustigaba incansablemente por lo que ahora considero tontadas o simplemente despistes. Tengo uno muy habitual que es empezar a rotar el vaso antes de que llegue a mi boca, con lo cual el agua (u otro producto líquido) acaba en mi ropa. Hoy en día me hace muchísima gracia. Empecé a pensar que si me hacía gracia que los demás salieran de casa con la ropa al revés o se resbalasen o cualquier otro despiste, por qué no me hacía gracia en mi misma. Y descubrí que es porque decido meterme en sus cabezas y pensar por ellos, y decido que van a pensar mal de mi por torpe, desastre o con lo que me quiera machacar ese día. Pero yo no sé lo que ellos piensan, porque como ellos no están dentro de mi cabeza, yo no estoy dentro de las suyas.

Por otro lado, me he fijado que la gente te valora en función de lo que tú te valoras (lo aprendí a las malas). También hay que valorar que la gente va a pensar lo que tu quieras que piensen. O si no, siempre puedes dar un empujoncito hacia la dirección que te interesa. Así que deberíamos de proyectar lo que queremos. (Que lo sepa no significa que siempre lo haga bien). El ejemplo de mi forma curiosa de beber (que implica regar mi ropa :D) es muy sencillo para explicarlo yo y entenderlo vosotros. Si yo una vez me he manchado, sonrío y no le doy importancia, pasará más bien desapercibido (a menos que la otra persona quiera pensar mal de mi, que si no es por eso ya se buscará otra excusa y ya no debería de preocuparme por impresionarla, porque es tóxica) o con suerte nos reímos todos y rompemos el hielo y generamos un ambiente fantástico. Si por el contrario lo que yo hago es machacar, mira que desastre, siempre me pasa lo mismo, qué torpe que soy, estoy haciendo dos cosas primera imprimir en la mente de esa personas cualidades negativas asociadas a mi e infundir pena, segunda cambiar el ánimo de la conversación y lo más importante, estoy perdiendo una oportunidad de sonreír. Vale, sí, son tres. Además de esa sonrisa tengo unas cuantas más, cuando llegue a casa puedo contárselo a mi marido, concepto anécdota graciosa, y podemos reírnos los dos de mi torpeza, que es algo más o menos normal y le puede pasar a cualquiera (aunque yo crea que me pasa más a mi que a nadie ;D). Y he descubierto que este tipo de tontadas al final generan sonrisas que desencadenan amor y felicidad, no por pena, si no por aprender a reírte de ti mismo y a valorar en su justa medida lo que pasa a diarío.

No estoy hablando de imperfección en cosas que requieren trabajo porque están francamente mal. Estoy hablando de los pequeños machaques diarios (que son los más, minan nuestra autoestima y suelen tener arreglo). Ejemplos: cuando llegas al lugar se te olvida lo que venías a buscar, se te ha colado una prenda roja en la colada del blanco, llegar tarde porque necesitas más tiempo para maquillarte para la cita con tu marido o que se caiga un vaso y se rompa o escribir trenta en lugar de treinta o Alá en lugar de Hala (siempre y cuando no seas copy  o editor y cueste millones a tu empresa, pero entonces es una responsabilidad y estamos hablando de otra cosa, aunque tampoco hay que hacerse el harakiri, porque si nos machacamos por tontadas imagínate lo que podemos llegar a hacer frente a un error grave).

Y esto no significa que no me machaque, son muchos años y esto es como montar en bicicleta. Pero sí que le hago frente cuando me doy cuenta de lo que estoy haciendo y tengo fuerzas suficientes para enfrentar al dark (in)vader que vive dentro de mi. Al final, es una lástima pero son las inseguridades las que nos hacen comportarnos así. Ese no estar seguros de ser merecedores de que nos quieran y nos acepten. Y creer que en el jardín de al lado todo crece más verde o más bonito, cada uno tiene sus cosas que superar y que afrontar. Ese pensar que los demás son mejores y querer pensar por ellos, cuando nosotros probablemente seamos bastante más indulgentes con los demás o entendemos que son despistes (si no perteneces a este grupo (el que es indulgente) háztelo mirar porque estás haciendo infeliz a un montón de gente y probablemente este blog no te mole nada, así que te dejo irte). Finalmente cuando eres capaz de reírte de algo que te da vergüenza, ¿no significa que lo has superado o algo por el estilo? Ya con las edades que tenemos y las jugarretas de la vida, va siendo hora de que superemos los despistes que no responden más que a falta de atención por nuestra parte porque teníamos la cabeza a otras cosas, que probablemente sean más importantes, más interesante, o simplemente menos mecánicas. Y como dentro de todo yin existe un yan, dentro de todo despiste existe la potencialidad de una sonrisa. Y por tanto una manera más de ser feliz, que al final es lo que todos queremos ¿no?

Por cierto, siguiendo esta filosofía vamos a echarnos unas risas, ¿queréis compartir conmigo vuestros despistes? Estoy por apostar que a mi también me pasa, jajajajajaja.

miércoles, julio 17, 2013

meretriz III

Nadie sabe que eres tú,
el sentimiento descrito
en algunos poemas.
Puede que ni tu misma
lo sepas.

Y soy yo,
quien recoge
lo que tus palabras olvidan
decirme
y lo convierte
en parte de la literatura
que nos compone.

Y tú, te escondes
viviendo tu realidad.
Mientras ninguna persona
es capaz de separarme
de ese poema
que responde
a sentimientos ajenos,
los tuyos.
Lágrimas y sonrisas
que tu alma excreta
sobre mi subconsciente.
Y soy yo,
ese ser
que vive en simbiosis
entre tu realidad
y mi imaginación.
Y es esa parte de mi
la que desea
que te completes,
y hagas las paces
con nuestra imperfección.
Y es ella quien transforma
tus luchas,
tus logros
y algún beso tonto
en poemas
que existirán
más allá,
del nosotros.

lunes, julio 15, 2013

2 cosas que me hacen feliz

Despertarte y descubrir que es un día especial. (Y no te habías dado cuenta).
Realizar un acto vandálico para celebrarlo.

Dicotomía de las lágrimas

Y me enfado
conmigo misma
por estar llorando otra vez.
Por dejar
que los demás
sean los que ganen
y me suman en este estado,
otra vez.
Y son las lágrimas
salitre acuoso
las que forman caminos
al desalojar mis ojos
y vivir en mis mejillas.
Futuribles
cargados de ansiedad
y tristeza
que espero
que queden atrás
cuando mi cuerpo
haya soltado
esta rabia
de la que otros
lo llenan.
Y a veces,
sólo a veces,
las lágrimas
parecen síntoma de derrota.
Sin embargo,
ya aprendí
que no son más que una forma
de soltar amarras
y coger fuerzas
para enfrentar
la lucha contra la tormenta
que se cierne
sobre mi cabeza.

Así que me encuentro
otra vez
des-ahogándome
sobre la arena.

jueves, julio 11, 2013

A la primera

Si tuviese que describirte
diría
que fuiste azul
turquesa
como el mar mediterráneo
en primavera.
Y tal vez
si me concentro y hago memoria
recuerde el rosa
furcia
de tus sonrisas,
de dientes tuertos
llenas de alegría.
Sabías
si mis neuronas no me engañan,
tras años
de no probarte,
a cerezas verdes
y mango maduro.
Tu tacto,
como el de cualquier amante
que se precie
de volver a ser servida,
era suave
y pegajoso
como el algodón de azúcar
que se derrite entre los labios
y nunca llega a la boca.
Tu amor...
en algún momento lo definí
como interminable,
y sin embargo
murió
antes de empezar
la adultescencia.

lunes, julio 08, 2013

Con-formándote

Y me dices,
sentadas
frente a un té,
a media tarde,
que la vida
no es lo que esperabas
y que te ha tocado
replantearte
el mundo que te rodea.
Y todavía no has decidido
si te quieres,
arriesgar
y cambiar.

Y me cuentas,
con voz velada,
las complicaciones
que acarrearía
la mudanza
de trabajo,
de familia,
de vida...
Ese trocito
de universo
que con esfuerzo
has conseguido
robarle al tiempo
y que aunque no te llena
de alegría
te da tranquilidad
y te sientes segura en él.

/* Y yo,
que he luchado
frente a los convencionalismos
me siento
poco útil
y se esconde
en mi mirada
la tristeza.*/
Y yo,
que deseo
que seas feliz
y te sientas completa,
sólo puedo escucharte
mientras te compartes
y me cuentas.
Y asegurarte
que respecto a mi
da igual la decisión,
nada va a cambiar
que yo te quiera.

lunes, julio 01, 2013

Normas

El mundo.
Ese real
y que queda fuera
de mi.
El mundo,
se despierta
radiante
y vivo.

Y yo.

Me escondo
en una biblioteca
entre libros,
bits, pdfs,
indicadores de desarrollo,
ebooks y artículos.
E intento
sacarle el sentido
a que nadie
recuerde
que la información,
la comunicación
y el conocimiento
tendrían que ser
universales.

Y me peleo
con los conceptos
que no reconocen
la pluralidad.
Consumidor medio.
Ajustes razonables.
Son dos
que todavía
no aprehendo.

Porque fuera,
en el mundo
real y radiante,
y vivo,
existen personas.
Y cada una de ellas
es un mundo,
con su marco.
Y su manera
de percibirlo.

Y allí.
Fuera de mi.
La excepción
es la norma.
En el mundo.