martes, abril 17, 2012

... de verano

Tu amor.
Rojo.
Como la sangre que brotaba de tu piel
del color del carbono en combustión incompleta.

Mi pasión.
Turquesa.
Como el mediterráneo que sivió de escenario
para encuentros clandestinos y vacíos de promesas.

Tu pupila.
Mis poemas.
Tus gemidos.
Mi tristeza.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sanar yo quisiera
entre baules y trastos del recuerdo.
Sanar mientras la vida prosigue
y yo me amigo de mi misma.
Sanar y escarbar entre rencores
buscando esa pequeña luciérnaga
que también está malherida.

Felicidad para ti.
Elena.