Nunca se me dio bien
ser nosotros.
Sólo conseguí
ser primera persona en plural
contigo.
Nunca entendí
por qué tenía que ser parte
de una comunidad
mayor para existir.
Difuminarme y unirme
para vencer.
A veces pude
ser parte
de algo más grande
y sin embargo
nunca pareció ser un nosotros.
Más bien, se quedó
en un yo y vosotros conmigo;
quizá tu, yo, ella y los demás
pero nunca conformó un nosotros.
Sin embargo, contigo
somos, reímos, lloramos y vivimos
en esta primera persona
del presente plural.
Y no se me hace extraño
que se disuelvan
las lindes
de mi individualidad.
Y creo, en el fondo
que eso es el amor
esa capacidad
de olvidar las fronteras
entre el singular
y el plural, establecido por la normas
de la gramática.
No hay comentarios:
Publicar un comentario