Cruzarás el umbral y las preocupaciones se habrán desvanecido.
Reposarás, entre mis brazos rendido.
Y sentirás que has llegado a este lugar que compartimos.
Tu respiración se acompasará con mis latidos.
Tus párpados se cerrarán invitándome al sueño contigo.
Sentiré tu piel con tres de mis cinco sentidos.
Mientras tus labios recuperán la sonrisa que puede que hubiesen perdido.
Y tengo que reconocer, a ciencia cierta, que seré feliz. Estás aquí. Me consideras tu hogar. Has decidido compartir tu vida conmigo.
Enhorabuena amor mío
y gracias.
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