martes, febrero 15, 2011

Puzzle

Los vasos se amontonaban en el fregadero. Las piezas del puzzle regadas por la habitación. ¿Qué sería de él si no conseguía terminar el puzzle? Tenía el cielo ya completo. Pero en su interior tenía miedo de haber perdido alguna pieza que no le permiese terminar el puzzle. Y si lo completaba todavía no había decidido que haría después. Había tantas posibilidades. De momento no dejaría que su inseguridad le jugase malas pasadas. Primero había que centrarse en acabar el puzzle.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me sentí torpe, siempre.
Cuando no supe decir las palabras
que hubieras necesitado.
Cuando no dije lo que verdaderamente sentía.
Cuando no supe ver mi senda.
Cuando permití tu osadía.
Cuando no supe retirarme a tiempo.
Cuando llueve y rompo mi paraguas.
Cuando coso mi vestido sin olvido.
Cuando no encauzo mi río.
Cuando cierro los ojos al sol
y no veo la luna.
Cuando hay que decir adiós y vuelvo.

Elena

mnznt dijo...

Me encanta que vuelvas :) Me apena que digas adiós, aunque entiendo que a veces necesitamos seguir el camino.

Si me permites, esta vez voy a terminar este poema con lo que yo querría decir:

Me siento torpe,
ahora,
y me rio,
porque reconozco
que siendo torpe,
aprendo,
(o no);
porque siendo torpe,
soy yo misma

y eso me hace feliz.