viernes, julio 25, 2008

Siempre hubo clases

Durante el viaje a Galicia mi madre y yo tuvimos una conversación curiosa. Existen tipos de personas, estan aquellas que quieren acumular cosas materiales y a las que les gusta acumular gente a la que querer y que las quiera.
A ver, no soy una soñadora, soy consciente de que el dinero es importante, pero para tener dinero sólo hay que trabajar y existen miles de formas de conseguirlo. Es más difícil conseguir a las personas pero según mi forma de verlo también es más satisfactorio. Dar amor es sencillo. Considero que es complicado no hacerlo. Entiendo que de vez en cuando todos tenemos un mal día y lo último que nos apetece es ser amables o cariñosos. Exceptuando esos días, una buena actitud no sólo hace bien a los demás también te hace ser más feliz a ti.
Pondré un ejemplo. Yo soy extremadamente dulce en mi forma de hablar y, siempre tengo un "corazón" o un "cielo" en los labios o un "que tenga un buen día"... No suelo recibir negatividad cuando me tomo esas confianzas con la gente. Al contrario a menudo las personas cambian el chip y se sienten mejor instantáneamente. Consigues una conexión mayor y de vez en cuando una gran sonrisa en otro rostro. Os diré que no cuesta nada hacerlo. Tengo anécdotas para demostrarlo porque en contadas ocasiones la gente te explica que ese día necesitaba esa sonrisa que le diste.
Normalmente no cuesta mucho hacer felices a otras personas. Al menos superficialmente, profundamente felices es un poquito más difícil, juegas con más variables.

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