miércoles, julio 09, 2008

Príncipes y princesas.

Tengo un principe verde. No es azul, ni es el hombre de mi vida, pero eso no quita para que en mi mente siga siendo mi principe verde. Aclaración: Los amigos que me son muy queridos, son míos. Ellos pueden hacer su vida, y hacer lo que quieran que su vida es suya, pero al poseer un pedacito de mi corazón ya son míos.
Os preguntaréis por qué es el príncipe verde. Es la persona con la concepción más romántica de la vida que conozco. Por eso es un príncipe, como el de los cuentos que nos hacen soñar de niños. Parece vivir en un plano diferente al resto de los mortales.
Una vez explicada su ascendencia monárquica, es hora de daros a conocer el origen del color que le ha sido asignado. Si tuviese que definirlo os diría que es más raro que un gato verde. De ahí viene el matiz.
Compartimos una amistad extraña y maravillosa. El nunca juzga mis acciones. Es de las pocas personas que no me recuerda constantemente que soy una personita no fácil. Siempre tiene esa ensoñación en los ojos y en sus palabras. Cree en un mundo mejor y se niega a darse méritos por los pequeños actos que lo hacen conseguirlo. Llena el mail de sus amigos con extrañas proclamas con las que no siempre estoy de acuerdo, pero es fiel a sus principios.
Para Pepe.

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