Elaboro brazos
con los que poder rodearte.
Me atraigo
hacia ti.
Me entretejo
entre tus carnes
y mis deseos.
Planto mis pies
en esta tierra
roja
por las cicatrices
de heridas que otros infligieron.
Y me convierto
en enredadera,
enmarañando
mis esquejes
en tu cuerpo.
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