Estamos en la cola del cine.
Y me preguntas:
- ¿Por qué sonríes?
Y me vuelvo consciente
de que me miras
mientras pienso en cosas
que quizá no debería.
Y me sonrojo
adolorida
en las partes
que horas antes
sujetaban el peso
de tu cuerpo sobre mi.
Esas zonas que me hacen recordar.
Me hacen ser consciente de tu presencia.
Mientras tú,
sujeto paciente
que sabe leer entre las líneas correctas,
esperas una respuesta,
que hoy no te daré.
Pero no te preocupes,
aunque no te diga
que pensaba en las trastadas
que le hacías a mi cuerpo
en momentos ya pretéritos,
te recompensaré
por los servicios prestados.
- ¿Qué te parece
si te digo
que pensaba en el beso
que te voy a dar?
Y sello tu boca
antes de que me puedas responder.
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