Su pelo olía a té,
a desayuno
traído desde la frontera
con el mundo fantástico
en el que habitaban.
Sus manos
dulces como el chocolate,
invitaban a acompañar
mañanas o tardes
que pasaban distraídas.
Sus historias,
a veces amargas,
siempre fuertes
tenían el aroma
del café a mediodía.
1 comentario:
Por favoooorrrr!!!! Eres un amorcito!!!!! Nos has emocionado malvada!!! Muchas gracias y esperamos veros a la tarde!!!!
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