Huele a café,
que aventuro a imaginar
que habrá preparado
algún vecino
antes de ir a trabajar.
Mientras tú
dormido apaciblemente
te revuelves
en mi cama,
// en nuestra nube,
y te enredas
en mi mente.
El insomnio
que me acompaña,
los días que no llueve,
me ha atacado
no dejándome
reposar
durante este segundo
en el que el mundo
no se mueve,
/* ni gira
dándole sentido
a nuestras vidas,*/
carente de dirección
en esta noche
de vigilia.
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