domingo, septiembre 25, 2011

Concavidad

Mi cama vacía. Los labios impregnados de besos huérfanos. La piel en ayuno forzoso de tus caricias. La almohada se cuela entre mis brazos. Ahora. No duermes a mi lado.

Mis manos recorren cada centímetro del cuerpo que yace desocupado sobre esta cama incompleta. Sin embargo, esta cáscara exhausta no encuentra consuelo sin ti. Y son mis aristas las que llevan tatuado tu nombre y tus maneras.

Esta noche. Eterna sin ti. Este lecho. Desnudo sin ti. Este amor. Holgado sin ti.

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