Hoy, sentada en la misma ventana que ha vivido mi invierno, por fin veo el sol. Deslumbra mis pupiplas y mis párpados ceden suavemente mientras dibujo una sonrisa. El paisaje desértico de mi Alicante deja puntitos verdes que bosquejan árboles en mi conciencia. El azúl profundo de su cielo se refleja sobre el mar de nubes deshilachadas por algún viento aburrido.
Las manos ya no reposan sobre el frío cristal. Ya no tiritan ausentes. Ahora vagan inocentes sobre mi nuca buscando el camino hacia ese universo azúl profundo cuyas estrellas renacerán. Diligentemente reposan convirtiéndose en un océano esmeralda que le hace cosquillas a mi aura.
El resplandor rojizo de la primavera recién nacida atraviesa mi mirada para dormir entre mis piernas.
1 comentario:
Hola, soy "Anónimo-2".
Cielo azul tenuamente oscurecido/ el lucero celeste a la derecha/ muy alto/ hace guiños./ Desde abajo te miro/ y te digo/ sal siempre/ allí/ y no te dejes alcanzar.
Y cuando el cielo te cubra/ los días amanezcan grises/ oscuros/ lluviosos/ no dejes/ detrás/ de latir.
Sigue el viaje/ y a la izquierda/ el sol lanza su luz/ y esparce sus colores./ El cielo teñido ya/ viste sus galas/ empieza a caminar/ por la larga alfombra del día/ buscándote...
Besos/ Sonrisas/ Pétalos arrancados/ El interior suspira.
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