- ¿Y para qué quieres serlo?
- Para que me mires y veas mi interior.
- Eso ya lo veo. Es dulce y reluciente, suave y sencillo. Es como uno de esos maravillosos abrazos que me das por la mañana.
- Y se siente triste y vacío.
- ¿Por qué?
- Quizás alguien apago la luz y tiene miedo.
- Pero, ¿por qué está asustado?
- Tiene miedo de que no se vuelva a encender.
- Pero tú no necesitas que nadie la encienda por ti. Yo ya te veo brillar, creo que has decidido refugiarte en un cajón de la cómoda y has decidido no salir de allí; porque por aquí se ve luz.
- Y si salgo de aquí, ¿qué encontraré fuera.
- A mi, esperando mi abrazo.
- ¿Aunque no sea la princesa de tu cuento?
- ¿Para qué quieres un cuento? Los príncipes no tienen tiempo de abrazar a sus princesas, y yo quiero todo el tiempo del mundo para abrazarte a ti.
3 comentarios:
Hola, soy "Anónimo-2". Es muy bonito tu breve relato. Aunque creas que no hace falta que te diga estas cosas y que te gusta compartir. Esto quiere decir una cosa: generosidad.
"Quise recibir muchos abrazos/ y solo me abrazó la soledad/ y cuando me los diste/ yo no los supe apreciar.
Si por la mañana voy/ y me acelero/ por favor no olvides/ que soy una simple mortal."
Besos/ En el cajón del pasado/ del presente/ y del futuro.
Eres un sol, ahora estoy un poquito liada; pero me gusta que la realidad es dura y a la vez, de vez en cuando, durante un segundo brilla sacándonos una sonrisa.
Hola, soy "Anónimo-2".
Hoy he visto la obra de Alfons Mucha. ¡Qué pasada!...
Ante cosas así o similares, pienso: No es posible que solo seamos materia.
¿Cuál es el misterio real de la vida? ¿qué es la mente, el espíritu, el alma? ¿los sentimientos? ¿qué somos los humanos? ¿solo humanos?.
Besos/Divagando/ En la noche oscura/Para tí, ternura.
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