Y me pides que me niegue
en nuestra primera cita,
en esta entrevista de trabajo.
Tú sólo tienes una hora
para conocerme, mientras
yo llevo aquí toda mi vida.
Y tengo que dar la mejor
impresión de mi misma
y mentirte mientras sonrío.
Y si no lo hago
llamarás al siguiente
en la lista.
Y me haces preguntas
con trampas escondidas.
Por ejemplo si he apagado
alguna vez el despertador
y me he vuelto a dormir
y por eso he llegado tarde
a alguna cita.
Y siendo yo misma,
evitando traicionarme,
prefiero decirte la verdad
y responder que sí...
En ese momento se supone
que te tengo que engañar
y tu esperas que lo haga.
// Los demás mienten.
Me pregunto, ¿qué significa
si no lo hago?
¿Qué significa que sabiéndolo mentira
tú lo aceptes como verdad?
Yo me salgo del molde:
soy honesta.
me conozco
y te respondo lo que sé.
porque me exploro.
porque me hundo
y me vuelvo a reconstruir.
porque he superado crisis
que tu esperas que no cuente.
porque sé que fracasar
me ha ayudado a aprender.
y no me importan las etiquetas
más allá del valor que yo
como su dueña
les atribuyo.
// Humpty Dumpty me lo enseñó.
las mentiras tienen patas cortas
con las que no quiero hacer malabares.
Quizá en lugar de tener algo menos
tengo algo más.
Quizá algún día alguien
de recursos humanos
lo verá.