Dices que no puede ser
que el alma se me escurra
entre las piernas
y mi corazón se tienda
en los tejados,
mientras me miras
y me niegas.
Aseguras que es imposible
que me dejes de querer
y yo intento creerte
ciegamente, como los enamorados,
mientras el amor se atraganta
entre los árboles dormidos
que habitan la Casa de Campo.
1 comentario:
Si, fue ayer
cuando dormías
yo tampoco desperté.
Impasible caminando
mirando sin mirar
buscando algo tangible.
Sueños no encontrados
ante abismos asomados
cerramos los ojos sin ver.
Elena
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