Apellidos

Yo a menudo conocí a personas con mi apellido al revés, es extraño porque poseo dos apellidos muy comunes. Pongamos yo soy Nombrea Apellido1 Apellido2, pues he conocido personas con Nombreb Apellido2 Apellido1. Hoy he descubierto que en España hay 19000 personas con mis apellidos, en Alicante más de 500 y en Madrid casi 4000.

Os dejo el enlace aquí por si alguien quiere mirar cuántas personas comparten sus apellidos a parte de sus hermanos.

Mi nombre

Hoy he escrito por primera vez mi nombre en braille. Es difícil y se da de tortas con mi lógica (que no es lógica, valga la redundancia) y con mi dislexia. Me ha hecho mucha ilusión, creo que puede que incluso más que aprender a escribirlo en japonés. Siempre he querido aprender lengua de signos, aunque creo que nunca me plantee aprender braille. Este año ha dado la casualidad de que cogí dos asignaturas, una de ellas cambió de horario con el resultado de que se solapaban. Después de hacer ingeniería con mi horario de todas las asignaturas sólo podía escoger esta y se ha convertido, creo, en mi asignatura favorita. Me siento como un niño aprendiendo a entender el mundo y es increible la sensación que esto despierta en uno. Destino, cada vez conozco menos personas que creen en la casualidad.

Siempre me ha parecido muy injusto que por cosas que tu no controlas y no puedes evitar no te puedas comunicar con otras personas. Será por mi ingente necesidad de expresarme a mi misma. Desde hace mucho tiempo pienso que como se enseña valenciano, gallego y, en madrid, incluso chino como asignatura en las escuelas se debería de enseñar lengua de signos. Hace un par de años hice un curso introductorio, pero tuve que dejarlo por responsabilidades que no podía eludir. Supongo que algún día me volveré a poner a ello, me llama lo suficiente la atención. Todo el mundo me preguntaba ¿y para que vas a aprender eso? Y yo no hacía más que lamentarme de no poder ir.

He caido en este master, que está muy enlazado al tercer sector, la discapacidad y esas cosas. Yo que venía, quizá, de una visión del mundo mucho más limitada aunque no menos concienciada. En casa siempre se dijo que el otro siempre es una persona sea cómo sea. Se podría decir que he salido de mi burbuja. Pero como ya me habían enseñado a ponerme en los zapatos del otro y a intentar entenderlo, es lo que estoy intentando hacer. Y aunque sea de una manera infantil me apasiona aprender a escribir mi nombre en braille.

Os dejo un link con más información sobre cómo escribir en braille aquí.

Vive.

Del salón en el ángulo oscuro,

de su dueña tal vez olvidada,

silenciosa y cubierta de polvo,

veíase el arpa.

¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas,

como el pájaro duerme en las ramas,

esperando la mano de nieve

que sabe arrancarlas!
G.A. Bécquer

Una melodía latía dentro de mi. Suave. Quieta. El murmullo que precede la formación de la ola. Un momento de claridad en el medio de un gran tornado inmóvil. Acordes sueltos de una felicidad lejana. Valiente. Dispuesta a comerse el mundo y enfrentar mis miedos. Su movimiento era tan ligero como la brisa que mueven unas pestañas. Tan sutil era su sonido, que un fonendoscopio pegado a mi pecho no hubiese visto que estaba viva.

Te acercaste, risueña y descuidada. La música retumbaba más fuerte cuanto menor era la distancia. Amenazaba con salir. Cuándo tus manos rozaron mi cuerpo fue éxtasis. Sonaron mis armoniosas notas que clamaban por ser escuchadas. Temblé. Una enorme emoción se apoderó de mi. Susurre con voz rota todas las escalas del pentagrama musical. Arrancáste de mi cada nota, cada silencio, cada sol sostenido. Sonreíste y tus labios pronunciaron:
- Vive.

Letras vs ciencias

Me ponen nerviosa los de letras. Sí, lo sé, soy de letras... aunque este año me paso el tiempo planteándome hasta que punto. Subir el nivel semántico y morfosintáctico para explicar ideas en lugar de simplificar no es sinónimo de hacer ciéncia. Los de matemáticas llevan el san benito de que son difíciles, ¿hasta qué punto? No lo tengo yo tan claro, depende del tiempo que le quieras dedicar y de que te guste o no.

Los mejores científicos con los que me he cruzado son capaces de simplificar o de explicar para que casi todos lo entiendan. En cambio, cada vez más me encuentro con sociólogos, politólogos, comunicólogos... que hablan para que nadie les entienda. ¿Piensan que si nadie les entiende nadie les puede rebatir? Me frustra. No sé si es que en casa del herrero cuchillo de palo. Se vuelven incapaces de comunicar y comunicarse.

Ayer asistí a una clase que a pesar de estar en castellano y exponer conceptos fácilmente cognoscibles, hubo que desentrañar el significado. Era como estar asistiéndo a una conferencia en inglés e imagino que para alguno de mis compañeros en chino. Necesité de toda mi atención para comprender que la hipótesis y teoría de este profesor es que los medios cada vez hablan menos de los hechos y más de lo que opinan, dicen o hacen otros periodistas. Se retroalimentan de sí mismos.

Tengo la misma sensación que experimenté al leerme el texto de Jesús Ibañez que nos mandaron en sociología de primero. Descubrí que cada párrafo o incluso página encerraba una idea simple capaz de reducirse a una frase de sujeto, verbo y predicado sin ni siquiera subordinar.

Abogo por dejar de legitimar las ciencias sociales intentando que nadie las comprenda, porque incluso la filosofía puede simplificar, y simplifica, las ideas más complejas que el hombre maneja. No seremos ahora los comunicólogos los que vengamos a complicarlo todo, o sí.

Resumen

Hola, siento que parezca que no escribo. Lo cierto es que en estas últimas semanas sacar más de cinco minutillos de tiempo para mi está siendo casi imposible. De hecho el lunes pasado escribí un texto para el taller de Basilio, y era con diferencia de lo peor que he escrito en mucho tiempo, porque lo escribí en los diez minutos que tengo entre mi parada y la parada para ir a clase de Comunicación Social.

He cambiado de trabajo. Es extraño y divertido, no me aburro y aprendo un montón. Después de una primera semana rara son mis impresiones. Habrá que esperar un par de meses, a ver que opino. Del trabajo anterior me quedan Bego y Patri, dos chicas maravillosas. Parece que mi vida esta creciendo aquí y disminuyendo allí, cosa que es normal porque no tengo tiempo para pasar en Alicante, y todos andan muy liados.

Si a eso le añadimos que en el Master se han puesto las pilas y han decidido que lea en dos semanas todo lo que no he leído en la carrera, pues la cosa se complica. Tengo como cinco artículos, de los científicos de entre quince y treinta páginas, para leer. Me he leído dos de proyectos de investigación social, tema que nunca creí que tocase, más los trabajos a entregar. Un caos.

Me llamó una amiga que vive en Japón y me dijo que le tenía que contar que pasa en mi vida últimamente, que cuando leé mi blog no se entera de nada. Un secreto, ese es el plan. Quiero escribir, pero escribir para salir de mi vida y de mis neuras. Aunque parte de las cosas que escribo nacen de mi vida cotidiana, las planto en escenarios diferentes y les invento personajes y se convierten en historias nuevas. No soy muy original, pero me gusta escribir. A ver si saco diez minutos más. Ahora toca dormir.