que te lleve conmigo.
Y yo,
sonrío
porque nunca se me ocurrió
dejarte aquí.
Y sin embargo
no pensé que tu creyeses
que te iba a abandonar.
Pero me lo pides
y me doy cuenta,
de lo que asumí,
de lo que nunca dije.
Y te doy un beso
//aprovechando la excusa
y te pregunto:
¿quieres compartir
mi camino
para siempre?
Y tu que nunca tuviste miedo
a la eternidad
te lanzas a mis brazos
y me dices:
ya tardabas en pedírmelo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario