viernes, diciembre 14, 2012

Rehabilitación

Y me enamoro de ti.
Una y otra y otra vez.
Recaigo.
Ya no llevo la cuenta.
Seguro que más de tres.
Hago pucheros.
Mientras me pides que recuente,
Creo que llevas
más de diez.
Eso ya son muchas...
Son tantas como dedos
en mis manos.

Y yo las miro.
Y tu sonríes.
Y me abrazas.
Y yo,
me dejo querer.
Para Javi, porque consigue sacarme una sonrisa la mayoría de los días, aunque los vecinos se peleen.

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