lunes, noviembre 08, 2010

Sin Facebook

Lo reconozco, no tengo facebook. Lo he pensado, meditado y por ahora no me reporta nada especialmente positivo. Esto no significa que no sea partidaria de las redes sociales, depende de los objetivos que tengas y considero que se debe tener muy claro qué te aporta y cómo. Tengo Linkedin, lo sopesé y me pareció correcto.

Sin embargo es difícil no tener facebook, cuyo uso primordial es vida privada, y la presión social es bastante agotadora.
- ¡¡¿No tienes FACEBOOK?!! ¡¿Por qué no tienes facebook?! ¡¡¿Y cómo te enteras de las cosas?!!- Preguntan alarmados- Pues que sepas que las fotos están en facebook.
- ¿Eres consciente de que las fotos que subes a Facebook, son de Facebook? ¿Sabes que algunos gobiernos lo usan para saber si te compras cosas que no declaras? Otra más divertida, ¿sabes que facebook ha reconocido que vende información sobre ti a agencias de publicidad?- Respuesta breve, porque puedo seguir con los ejemplos, y sólo hemos empezado con los titulares.
- Bueno, pero lo que me da me compensa porque...- Vease motivos personales (usuario normal).
- Me parece correcto y en ningún momento me he alarmado porque tengas facebook. A mi por ahora no me aporta nada que no pueda satisfacer con otra herramienta. Y valoro mi intimidad, privacidad y tiempo.
- Pero puedes controlar tus opciones de privacidad- (usuario avanzado). Y así hasta el infinito y más allá.
Al caso, hasta ayer no me había planteado que si para mi, que tengo alrededor de treinta años, es un coñazo tener que explicar porque he decidido no tener facebook, para un adolescente de menos de diecisiete la presión social tiene que ser increible.

Al final es quedarte fuera de la mitad de las conversaciones, como cuando en el instituto todos veían el culebrón (vease, serie en la que todos follan) de moda y tu no tenías ni idea de que hablaban [experiencia personal]. Acabas siendo el rarito y no estando en la onda.

La parte curiosa es que al final siempre encuentras gente como tú. Pero a menudo, si no eres paciente, es un por culo esperar. Yo tuve suerte y los encontré; de echo he ido recopilando gente que te deja ser tu mismo y se fijan si los cambios te hacen feliz, no tanto si ellos los consideran correctos.

No dudo que en diez años estaremos viendo algunas de las disfunciones que causa facebook, como los japoneses que dejaban de socializarse años atrás por culpa de los chats en internet. Por favor ni glorifiquemos, ni demonicemos. Toda herramienta se puede usar bien o mal. Yo puedo controlar el uso que yo hago de una herramienta, pero no siempre puedo controlar el uso que otros hacen, o como dice Castells "la única forma de controlar una red [...] es no entrando en ella". Por ejemplo las empresas me buscan para ver a qué tipo de persona van a contratar y ven que un amigo ha subido una foto mía con una cogorza importante y eso me cuesta el puesto de trabajo. En cambio, para emigrantes que dejan amigos en otros países o gente que se pasa la vida viajando, es la manera más sencilla de mantenerse en contacto.

Para ser mi amigo ni es necesario que tengas facebook, ni por el contrario es necesario que no lo tengas. Dejemos de presionar a la gente para que sean quien nosotros queremos que sean y dejémoles ser ellos mismos y tomar sus propias decisiones.

1 comentario:

Alba R. Santos dijo...

Una vez más... me has convecido ;p