martes, septiembre 14, 2010

British Library

Hoy, paseando, olvidé mis zapatos entre Alicia y Peter Pan. Rodeada de todo aquello que no cabe en nuestro hogar, pero descarga risas por las ventanas.

He descansado de la lluvia en un césped de moqueta con olor a librería antigua. Sorprendiéndome al encontrar letras y bits perdidos en las esquinas. Mientras las salas de lectura quedaban prohibidas a los extraños, como el mundo tras la madriguera.

Sus paredes, blancas, permanecían, aún, sin escribir. Siendo preadolescentes y con tantas historias por vivir. Sin embargo, la sabiduría almacenada en sus órganos y células permanecía en estantes ajenos a la solidez y juventud de sus ladrillos.

La columna vertebral, contraste oscuro en tan luminoso lugar. Llena de códices y reliquias. Seguramente escritas en la infancia de este país. Sólo los más dotados tendrán audiencia ante la reina de corazones para acceder a sus secretos.

Hermoso, tranquilo y vivo. Con libros encadenados a sus lectores. Vine a reposar del gris caos de las nubes. Olvidé algunas palabras pintadas en cobre, mientras Alicia, despidiéndose calzada con mis zapatos, se alejaba hacia Nunca Jamás.

3 comentarios:

Seph~ dijo...

te tengo dicho que te aprietes bien los cordones de los zapatos, que luego los pierdes. Eres todo amor, hasta tus cuatro paredes.

mnznt dijo...

Ya sabes q me da por perder zapatos y olvidarme los pies, pero no importa, porque quedan libros y poemas y poetisas como tú que me hacen reir y encienden esa sensación cálida en el pecho, entonces, quién necesita zapatos o cordones...

Imagínate que aventuras deben estar viviendo mis zapatos.

Millones de letras y palabras para ti :P

Alba R. Santos dijo...

Volverás llena de magia... Ya te echo de menos. Tienes tu camita lista. :)