martes, diciembre 09, 2008
Adiós.
Tus manos se escurrieron de las mías por un tren que se dirigía al sur.
Al echar la vista atras ya no estaba yo.
El cielo dormido, tras el amanecer, se fue tornando azul.
Entre las vías no te dije adiós.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario