Sólo sé escribir poemas en prosa. Nacen solos, se originan en la naturalidad de mis palabras. El ritmo lo marcan las notas de mi teclado. No sé escribir. Únicamente respondo a la necesidad inconsciente de volcar esta compulsión sobre las teclas de mi ordenador. No puedo dejar de pensar. Para la maquinaria que azota a mis oidos se me hace imposible. Yo escucho una voz en mi cabeza. Recita, incita, escribe poemas. Si ve en la calle una mujer hermosa alaba sus curvas, delimita sus encantos. Si mientras me ducho una idea con otra se asocia, es normal, es licito. No es otra cosa que mi cerebro narrando en prosa.
A veces me siento como la voz en off de una película intimista. Siguiendo secuencia a secuencia las acciones de mi personaje y explicándole mentalmente a la gente las motivaciones o las neuras que acompañan a mis movimientos en la pantalla. Esta especie de esquizofrenia me acompaña. Me consume, me alimenta.
Me gustaría tener un grabador de memeoria y reproducir tranquilamente algunos pensamientos, que no se queden perdidos mientras la vida sueña.
1 comentario:
Para escribir poemas
en verso
lo que hay que hacer
es procurar
escribir en trozos
pequeños y que al
leer tomen un sentido
que no tendrían
si estuvieran escritos
tooooodo seguido.
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