Ayer mi hermano me decía que mi crítica de cine es un poquito especial. A ver, que no es crítica. Que me gusta todo. Y que lo que no me gusta lo olvido y no lo pongo en el blog (es el que pone cine). No es cierto. Pero tiendo a escoger el tipo de cine que me gusta.
En cuanto a cine me he llevado muchas, muchísimas decepciones. Pero también es cierto que soy fácil de complacer. Álvaro dice que soy como Homer cuando empezó a ser crítico culinario. Si bien es cierto que hay cosas en las películas que no me gustan, existen otras que me hacen soñar. Y he visto mucho, mucho cine.
Yo no soy de grandes películas, ni novelas, ni cultura rimbombante. Me gusta La tregua de Mario Benedetti pero de vez en cuando me doy el capricho de leerme algo del estilo de Marian Keyes. Detesto El tunel de Sábato y nunca pude con Eco, así que nunca llegue a leer profundamente nada de él. En cambio Pearl S. Buck y Asimov me parecen de obligada lectura. Aborrezco con todas mis fuerzas El paciente inglés y no me mola nada La vida es Bella. Nunca intenteis que las vea otra vez, por favor. Tampoco me ofreceré a ver Ciudadano Kane o Requiém por un Sueño, que he tenido que ver un par de veces para mi desgracia. A pesar de que muchos digan que son lo mejor de lo mejor. En cambio películas podéis ponerme películas desde Winnie de Pooh hasta Shortbus, pasando por Qué bello es vivir, Adivina quién viene a cenar esta noche o Quo Vadis... que me gustarán. No me importa el color, el blanco y negro, si es de hace millones de años o actual. Soy así. Como decía el otro día el padre de Kukuxumusu puedo tomarme desde una lata de caviar a una fabada de lata, porque a todos somos eclécticos en nuestros gustos. (No estoy muy de acuerdo con la fabada de lata y el caviar poco, por favor, pero se ajusta a lo que digo).
Me encanta la Navidad. De hecho, me gusta el preludio a dicha fecha. Un mes antes. Por el mero hecho de que empiezan a poner telefilmes de esos espantosos en los que sabes lo que va a pasar, en los que todos son buenos o acaban siéndolo y todo es perfecto. Me encanta tumbarme en la cama con mi madre y verlos, yo, mientras ella intenta dormir. Me hacen creer en la humanidad, y lo que es más importante me hacen feliz.
La vida normalmente la complicamos y no es como en esas películas pero no me importa. Me gusta verlas y soñar con la utopía de un mundo mejor. A veces veo cosas más profundas o las leo, pero no siempre tengo un día profundo en el que me guste deprimirme o simplemente ver algo que me haga pensar. Hay días en los que me gusta descansar del mundo, de mi, de la tristeza, del trabajo... y disfrutar de un libro o una película en el que el mayor reto sea saber con qué chico va a terminar la protagonista.
6 comentarios:
citaré a julio iglesias soy feliz con un vino y un trozo de pan pero también, como no, con caviar y champán. Estoy de acuerdo contigo la rigurosidad es un coñazo. A mi me gustan tb las comedias románticas. por cierto tenia razon el tajo es el mas largo:
Tajo (731 km) (275 km en Portugal) entero mide 1007 km
Ebro (910 km)
Duero (895 km)
creo que estas perdido, yo no dije nada de ríos, pero si me hubiese preguntado habría dicho el ebro :) Gracias por la información
En los "oscars" de este año salió nominado el documental "LUCIO". El tema basado en hechos reales, pasó sin pena ni gloria...claro que es una película real, demasiado real pero antisistema...¿será por ello que ha pasado practicamente desapercibida incluso en el festival de cine de San Sebastián?. Te la recomiendo.
Voy a ver si lo consigo y te digo algo.
Soy "anonimo-2". Tienes que buscarlo como "DOCUMENTAL", no como película. De momento yo tampoco he conseguido grabarla ni comprarla.
El día que fuimos a verla, solo estábamos en la sala unas 8 personas nada más. ¡Qué pena!.
Desde aquí le mando un abrazo al protagonista, que debe de vivir todavía en París.
Un saludo.
no siempre intento dormir a veces tb las veo tb me gustan, por cierto te recomiendo la miniserie de orgullo y prejuicio muy buena como los libros de su autora
Publicar un comentario