con el pasado.
Y es hilarante
que incluso ahora,
que he aprendido a creer en mi,
me ponga nerviosa
y me sienta juzgada,
y durante el tiempo que dura la conversación
decrezco y pierdo a mi yo presente.
// Habrá que trabajar en esto.
Diez minutos después volví
a mi presente
que es un lugar feliz
donde no existen
muchas cosas
de las que me hacían sentirme
encorsetada
y viven en el pasado.
En el momento que mi ahora
me recibió con una sonrisa
y cháchara cotidiana
recordé quien soy
y por qué dejar atrás el pasado es beneficioso.
Y encuentro interesante
que mis presentes
y versiones de mi pasado
vivan a menos de diez minutos
andando
y en cambio
sean diametralmente diferentes
y se sientan tan distinto, dentro.
En mi pasado me siento pequeña y fuera de lugar,
me hace pensar que no valgo bastante;
efecto de tener otros valores y dar importancia a otras cosas.
En cambio mis presentes
me hacen fuerte y alimentan las sonrisas,
me aceptan por quien soy
y no pretenden que cambie
// voluntaria o involuntariamente
aunque aceptan los cambios
tan habituales en mi día a día.
Mi presente es amor y crecimiento,
y no miedos o inseguridades.
Mi presente es hoy y mañana
al lado de personas
que consideran que ser como soy
o como quiero ser,
es suficiente
y que yo puedo hacerles felices.
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