Este año he decidido romper la tradición y no hay recuento de principio de año, ya hice unos cuantos a lo largo del mismo. Y en el fondo como los últimos ha sido un buen año :P Una tregua de la vida :D Unas vacaciones, o todo lo que mi mente me permite tomarme de vacaciones (jiji).
Bueno a lo que venía este post. Existen personas que se definen con adjetivos positivos, existimos aquellos a los que nos molan los negativos (como soy un desastre, etc). Es curioso porque yo ahora encuentro que me molan los neutros, esos que tienen dos extremos y en los que me gustaría estar en medio. Bienvenidos a mi diccionario de connotaciones.
Tenaz: es alguien que persevera hasta que lo consigue, pero a menudo también es alguien cabezota, a quien le cuesta soltar.
Vehemente: es un individuo que es apasionado y lucha por aquello que se propone, a veces con más fuerza de la necesaria o con la meta tan clara que se olvida del paisaje y acaba siendo inconsciente o insensible.
Sincero: que dice la verdad y no miente, ni siquiera por omisión, pero también es una persona que habla sin tapujos y probablemente asertiva y a menudo se mete en más de un marrón porque no sabe callarse a tiempo o insensible o simplemente inconsciente.
Incluso los que consideramos buenos a menudo no lo son tanto.
Empático: es alguien que entiende los sentimientos de los demás y es capaz de ponerse en sus zapatos. Pero a menudo no tenemos todas las piezas del rompecabezas que son los demás así que acabamos siendo metiches.
Fiel: es esa persona que sigue queriéndote y es digna de confianza, pero, ¿qué pasa con esa persona cuando la vida cambia? ¿o dejan de quererle? ¿es flexible? ¿Acepta la vida como viene y tiene la capacidad de cambiar el plan en marcha, explosiona o implosiona?
Si ya queremos rizar el rizo los negativos molan mil.
Desastre: es una persona que se olvida de cosas, deja cosas por medio, o comete cualquier error social irreparable (jiji, como si eso existiese) o simplemente torpe, pero ojo, que los desastres suelen ser personas hiperconscientes, o con escalas de valores diferentes a las normas sociales, o que tienen demasiadas cosas en la cabeza o altamente creativas o con capacidades sobrehumanas de concentración en un objetivo, tanto que pierden de vista el resto, el ruido que conforma nuestra vida (la lavadora, los mensajes de navidad, decirte que te quieren, etc). La parte mala, suelen tener baja autoestima porque a la sociedad no le importa potenciar aquello que va contra el status quo :P y en lugar de valorar todo lo que logran o se preocupan deciden que es más importante recordarles que no han cumplido con aquello que hasta un niño de 5 años sabría hacer (nótese la ironía).
No quiero hacerlo más largo así que concluyo. He descubierto que me encanta la escala de grises de los adjetivos que nos ponemos. Así que he dejado de definirme negativamente y he optado por estos adjetivos que tienen más recorrido. Y tengo un pequeño problema con la gente que intenta hacerse la buena, porque todos somos un continuo de grises, y somos buenos, y malos, y azules, y altos, y dulces, y agrios y verdes. Sin embargo, la gente es más buena que yo, y se queda con la parte buena de los adjetivos "neutros" e intenta ver la bondad en los demás. A mi simplemente me gusta buscar los límites y a menudo no me creeré un adjetivo que te hayas puesto, buscaré los míos propios para definirte.
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