miércoles, julio 13, 2011

Fénix

Cada recóndito lugar de tu cuerpo,
dejaré marcado a fuego.
El mismo con el que prendes
mis labios con tus besos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi planta
tenía una flor,
solo una.
Miraba y le hacía mil preguntas
y me daba mil respuestas,
algunas eran solo por qué.
Raro, extraño, diferente
buscas un hueco,
pujas por nacer como nueva flor.
Nunca entiendes ¿por qué solo una?
aunque es fácil,
es tu característica.

Elena

Anónimo dijo...

MUERTE Y CURACIÓN

Hoy veía con tristeza
que estábamos cerca
y estábamos lejos.
Creo que te quiero,
posiblemente siempre te querré
pero creo que ya no te amo.
Te he tratado con cariño
pero era desangelado
porque apenas nos hemos rozado.
El coche hacía su recorrido
no ha habido peleas
de las cosas acostumbradas.
Y esto es mala señal
porque ya no tenemos nada qué decirnos
o quizá muy poco, demasiado poco.
Demasiado quedó sin decir
en sus momentos adecuados
y ahora ya no viene al caso.
Por eso, hoy, hay tristeza
en el ambiente, en las cortinas,
la toalla está mojada
por mis lágrimas.

Elena