- No me gustan las historias de amor.
- ¿Por qué?
- Simplemente, no me gustan.
- Tiene que haber algo más.
- Si buscas algún trauma infantil llegas tarde, los he tirado todos por el retrete justo antes de que llegases.
- Pero todo el mundo quiere enamorarse. ¿Tu no quieres?
- Sí, pero no lo contaré.
- Con lo bonito que es contarlo.
- No es bonito, es un coñazo. Yo me enamoraré y lo guardaré para mi.
- No es un poco egoísta.
- Y qué en la vida no es egoísta.
- No lo entiendo. No te gustan las historias de amor pero crees en el amor.
- Sí, ves cómo lo entiendes.
- ¿Me lo vas a explicar?
- Todo el mundo piensa que su historia es especial.
- Porque es su historia y nadie piensa que su vida sea anodina o vulgar.
- Pero realmente casi ninguna es diferente. Lo realmente difícil es encontrar a la persona que te llene, que te aguante.
- ¿A ti qué te llena? ¿Qué hace al amor especial?
- Los besos, los guiños, los abrazos.
- Bueno, entonces tu no compartirás conmigo tu historia de amor.
- Yo no aburriré a los demás contándoles lo especial que es mi historia, porque el amor es especial pero la forma en la que llega a mi vida es igual que cientos de miles de otras historias.
- Ni aunque yo te pida que me aburras.
- No. Pero puedo compartir besos y abrazos.
1 comentario:
un día te morirás de tan dulce.
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