que en el mundo hay personas que mueren por besarse.
Y yo recuerdo
que no hace tanto tuvimos besos de esos que existen
en paralelo a los labios
y se dan con las miradas.
Se reprimen en el amor
no confesado.
Besos de los que comprimen el corazón
desatando los latidos
y esperando
la oportunidad
de trasladarse a la realidad
de tus labios y los míos.
No hace una década de aquellos besos
que nunca llegaron a existir
mientras nos moríamos
porque un beso devorase
nuestras bocas.