Despiertas y te asalta el monstruo de los besos. Todavía tus ojos no han tomado la decisión de despertar pero tus labios no pueden reprimir la sonrisa. Tu cara se contrae desperezándote. Yo encima de ti. Besándote. Te miro entre rendijas de tiempo que se pierde entre millones de besos. Y ahí está otra vez. Tu sonrisa. Intentas zafarte. Huir del monstruo que te tiene subyugado. Gruñes levemente.
Abres los ojos. Tu mirada intenta encarcelar al monstruo. No lo consigues. Sigue moviéndose rápidamente. Recorriendo cada centímetro de piel libre de sueños. Llamando a filas a todas las células sensibles de tu cuerpo. Subrayando cada sensación. Tu sonrisa.
Por fin estás despierto. Me levantas. Te escapas volviéndote mi montruo de los besos.
- Te la vas a ganar. Tu te lo has buscado.
Mis carcajadas inundan tu corazón y huelen a primavera.
2 comentarios:
Sweet. Ya me gustaría a mí poder buscármelo y acabar desayunando carcajadas y caricias.
Puede que una mañana te despiertes y haya salido de debajo de la cama.
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