Soy "Anónimo-2". Ayer, que era mi último día que accedía a tu blog, se me ocurrió leer todo esto de las películas. Es muy ocurrente y divertido, propio de mentes juveniles, ¡qué suerte teneis!... Me sorprendió esta opinión que teneis sobre esta película. Para mí, es preciosa y no puedo resistirme a no cumplir mi palabra de que me despedía de tí, y aquí estoy, como vés, de nuevo a meter una cuña. Es posible que a mí me guste la película debido a mi edad. Yo la veo así:
Un reportero, que ya está de vuelta de todo en la vida, acude a una zona rural a fotografiar unos puentes antiguos, merecedores de ser fotografiados ya que son los únicos o pocos que quedan del pasado. Es una llamada de atención a saber conservar "lo antiguo". Allí se encuentra con una mujer, ama de casa, delicada, educada, con sueños sin realizar. Esta mujer se supone que se casó enamorada pero ya en la medianía de la vida está resignada. La convivencia está deteriorada. No tiene comunicación con su marido ni con su hijo. Cada uno vive en su planeta. Este hombre le escucha con atención y se muestra delicado, le hace sentirse relajada (se da cuenta que cierra la puertas con cuidado). Hablan y se comunican. El representa la novedad, aire fresco en su vida un tanto apartada, sin alicientes y gris. Para él, ella, representa la sorpresa en el lugar, lo esperado y nunca encontrado en toda su vida trotera por el mundo. El está cansado y ella, allí es el reposo. Hay atración mental entre ellos y eso da paso a la atración física. Y por ello, quedan. Ella acude a la cita con pantalón vaquero y una blusa blanca. Cambia su aspecto de ama de casa. Se viste juvenil. Cuando nos enamoramos nos quitamos, sin darnos cuenta, años de vida. parece que ha rejuvenecido 10 años. El día que él se va a marchar, ella está nerviosa, es como una autómata. Está con la mente en 20 lugares a la vez. Está librando una batallla consigo misma. El aparece en su coche, éste representa la vida de él. Es un día lluvioso. Hay que fijarse que no se despiden en una zona tranquila en el campo, ni tampoco a la noche, ni en los puentes, ni detrás de la casa. Están en plena calle de la ciudad. Y el tiempo lluvioso lo tapa casi todo, da paso a su intimidad ante otros. Para ella, el que aparezca él con el coche, esperando...es una prueba de que ella no ha sido un desliz, algo pasajero para él, el le invita a subir, a emprender una vida nueva con él, es un reto a partir a lo nuevo, a salir a lo desconocido, a entregarse a la vida sin seguro, a la libertad. Ella está dentro del coche, luchando. El coche representa su vida, con su marido al lado...¿qué hacer? ¿qué hacer?. Y coge la manilla del coche. La agarra con fuerza pero llena de indecisión.Y se debate. ESTE MOMENTO ES EL MEJOR DE LA PELICULA. Decide, con dolor, quedarse porque quiere a su marido y porque sabe que su hijo y su marido le necesitan. Y se queda, vence la responsabilidad. Deja los sueños y decide llevar su vida, ya, de forma igual pero distinta. Ha elegido. La vida rutinaria ya no lo será, la relación con el marido cambiará y con el hijo también. El reportero respeta esa decisión y se va. Pero no le olvida y le manda recuerdos de sus viajes. Para ellos dos es el último enamoramiento verdadero de sus vidas. Cuando los hijos, al morir su madre, leen las cartas que ella ha dejado y se enteran de esa historia de su madre...el que peor la afrenta es el hijo, por aquello del "honor" de la familia, que siempre se deposita en las mujeres. El hijo no tolera que su madre haya sido una persona total, una mujer total. Los dos hijos, hija e hijo tienen sus propias vidas en cuestión. Los dos son infelices en sus matrimonios y en sus vidas laborales. Esta historia de su madre, es un revulsivo para ellos. Les hace reflexionar y los dos encauzan su vida de forma mejor, justa y adecuada. Por todo ello me pareció una película preciosa.
¡Qué curioso! en ver como a cada persona, una misma película nos hace ver y sentir cosas tan distintas. Es mejor que sea así, de esta forma es más enriquecedora la vida de todos.
Y con ésto que te dejo, de verdad que me despido de tí, y te deseo lo mejor para tí, sea lo que sea. Gracias por dejarme participar de tu espacio. Un beso y adiós.
Solo volveré a mirar dentro de unos días por si acaso anotas algo y despues ya dejo el ordenador.
2 comentarios:
:) Imposible.......
Soy "Anónimo-2". Ayer, que era mi último día que accedía a tu blog, se me ocurrió leer todo esto de las películas. Es muy ocurrente y divertido, propio de mentes juveniles, ¡qué suerte teneis!...
Me sorprendió esta opinión que teneis sobre esta película. Para mí, es preciosa y no puedo resistirme a no cumplir mi palabra de que me despedía de tí, y aquí estoy, como vés, de nuevo a meter una cuña. Es posible que a mí me guste la película debido a mi edad. Yo la veo así:
Un reportero, que ya está de vuelta de todo en la vida, acude a una zona rural a fotografiar unos puentes antiguos, merecedores de ser fotografiados ya que son los únicos o pocos que quedan del pasado. Es una llamada de atención a saber conservar "lo antiguo".
Allí se encuentra con una mujer, ama de casa, delicada, educada, con sueños sin realizar. Esta mujer se supone que se casó enamorada pero ya en la medianía de la vida está resignada. La convivencia está deteriorada. No tiene comunicación con su marido ni con su hijo. Cada uno vive en su planeta.
Este hombre le escucha con atención y se muestra delicado, le hace sentirse relajada (se da cuenta que cierra la puertas con cuidado). Hablan y se comunican. El representa la novedad, aire fresco en su vida un tanto apartada, sin alicientes y gris.
Para él, ella, representa la sorpresa en el lugar, lo esperado y nunca encontrado en toda su vida trotera por el mundo. El está cansado y ella, allí es el reposo. Hay atración mental entre ellos y eso da paso a la atración física. Y por ello, quedan.
Ella acude a la cita con pantalón vaquero y una blusa blanca. Cambia su aspecto de ama de casa. Se viste juvenil. Cuando nos enamoramos nos quitamos, sin darnos cuenta, años de vida. parece que ha rejuvenecido 10 años.
El día que él se va a marchar, ella está nerviosa, es como una autómata. Está con la mente en 20 lugares a la vez. Está librando una batallla consigo misma.
El aparece en su coche, éste representa la vida de él. Es un día lluvioso. Hay que fijarse que no se despiden en una zona tranquila en el campo, ni tampoco a la noche, ni en los puentes, ni detrás de la casa. Están en plena calle de la ciudad. Y el tiempo lluvioso lo tapa casi todo, da paso a su intimidad ante otros.
Para ella, el que aparezca él con el coche, esperando...es una prueba de que ella no ha sido un desliz, algo pasajero para él, el le invita a subir, a emprender una vida nueva con él, es un reto a partir a lo nuevo, a salir a lo desconocido, a entregarse a la vida sin seguro, a la libertad.
Ella está dentro del coche, luchando. El coche representa su vida, con su marido al lado...¿qué hacer? ¿qué hacer?. Y coge la manilla del coche. La agarra con fuerza pero llena de indecisión.Y se debate. ESTE MOMENTO ES EL MEJOR DE LA PELICULA. Decide, con dolor, quedarse porque quiere a su marido y porque sabe que su hijo y su marido le necesitan. Y se queda, vence la responsabilidad. Deja los sueños y decide llevar su vida, ya, de forma igual pero distinta. Ha elegido. La vida rutinaria ya no lo será, la relación con el marido cambiará y con el hijo también.
El reportero respeta esa decisión y se va. Pero no le olvida y le manda recuerdos de sus viajes. Para ellos dos es el último enamoramiento verdadero de sus vidas.
Cuando los hijos, al morir su madre, leen las cartas que ella ha dejado y se enteran de esa historia de su madre...el que peor la afrenta es el hijo, por aquello del "honor" de la familia, que siempre se deposita en las mujeres. El hijo no tolera que su madre haya sido una persona total, una mujer total.
Los dos hijos, hija e hijo tienen sus propias vidas en cuestión. Los dos son infelices en sus matrimonios y en sus vidas laborales. Esta historia de su madre, es un revulsivo para ellos. Les hace reflexionar y los dos encauzan su vida de forma mejor, justa y adecuada.
Por todo ello me pareció una película preciosa.
¡Qué curioso! en ver como a cada persona, una misma película nos hace ver y sentir cosas tan distintas. Es mejor que sea así, de esta forma es más enriquecedora la vida de todos.
Y con ésto que te dejo, de verdad que me despido de tí, y te deseo lo mejor para tí, sea lo que sea. Gracias por dejarme participar de tu espacio. Un beso y adiós.
Solo volveré a mirar dentro de unos días por si acaso anotas algo y despues ya dejo el ordenador.
Publicar un comentario