El día de mi cumpleaños cumplí mi objetivo para ese día, llegar a los 222 textos/poemas. Si llegaba a este objetivo, me había propuesto hacer un libro electrónico (que es bueno, ecológico, bonito y sólo depende del tiempo que yo pueda dedicarle). Me da un poquito de miedo. No sé todavía cuantos de los 222 van a entrar, aunque tampoco estaría mal que fuesen todos, no he tomado la mayoría de las decisiones y probablemente sea un trabajo largo. A ver si el año que viene a estas alturas ya está fuera del horno.
He estado trasteando el Sigil (ePub) y aunque todavía no me queda nada claro cómo va, no sé cambiar las letras, ni ponerle portada, pero algo se podrá hacer. Creo que desde ePub puedo cambiar a casi cualquier formato con el Calibre.
Puede que como tantos proyectos este quede en eso en algo sin terminar, esperemos que no :P Con suerte os iré contando. Si queréis darme ánimos, lo podéis dejar en comentarios. Me dará fuerzas para seguir adelante.
jueves, mayo 31, 2012
martes, mayo 22, 2012
Infinito es dos
Aseguro que infinito,
según la hipótesis
de los multiversos
de algún físico
algo tarado,
podría ser dos.
Tú rebates
que no entiendo
el concepto
del que discutimos.
Y te pierdes
en explicaciones
de por qué
es errónea
esa conjetura.
Y yo sonrío.
Mientras te devanas
los sesos
para que yo
entre en razón.
Pero lo que tu
no entiendes
es que no puedo
porque para mi
para crear
un amor infinito,
como el nuestro,
sólo somos necesarios
nosotros dos.
según la hipótesis
de los multiversos
de algún físico
algo tarado,
podría ser dos.
Tú rebates
que no entiendo
el concepto
del que discutimos.
Y te pierdes
en explicaciones
de por qué
es errónea
esa conjetura.
Y yo sonrío.
Mientras te devanas
los sesos
para que yo
entre en razón.
Pero lo que tu
no entiendes
es que no puedo
porque para mi
para crear
un amor infinito,
como el nuestro,
sólo somos necesarios
nosotros dos.
Hoy hace 31 años que nací en una clínica de Venezuela.
Y 31 años, 9 meses y 3 días que naciste tu en Alicante.
Agradezco al amor de tus padres
y al amor de los míos
que nos ha permitido querernos
y amar a nuestro multiverso
de personitas que nos hacen felices.
Agradezco al amor de tus padres
y al amor de los míos
que nos ha permitido querernos
y amar a nuestro multiverso
de personitas que nos hacen felices.
viernes, mayo 18, 2012
Esculpir humo
Sin ti
sólo queda
esta pasión huérfana.
Estos besos
que sólo existen
en mi pensamiento.
Que te extraña.
Que te destierra.
Que te anhela.
Sin ti
sólo resta
dormir y esperar.
A que llegue
el día
en el que vuelvas.
En el que esos besos...
En el que esa pasión...
Tome la forma
latente
de nuestro amor.
sólo queda
esta pasión huérfana.
Estos besos
que sólo existen
en mi pensamiento.
Que te extraña.
Que te destierra.
Que te anhela.
Sin ti
sólo resta
dormir y esperar.
A que llegue
el día
en el que vuelvas.
En el que esos besos...
En el que esa pasión...
Tome la forma
latente
de nuestro amor.
martes, mayo 15, 2012
La tierra
A Penela es verde,
con su cielo gris, alguna vez azul.
La niebla amanece contigo.
Los ruidos que te despiertan
en este remanso unido al mundo
son los de la naturaleza.
Ahora está más poblado.
Pero el tráfico se resiste
a instalarse en sus calles.
Las casas de alrededor
que crecen en número y tamaño
ya no son de la familia.
Y contrasta con mi Alicante,
lugar de paso en el que pocos,
sólo los valientes, echan raíces.
El esmeralda que alimenta la morriña
no tiene nada que ver
con mis azules y dorados.
El olor también es diferente,
aquí húmedo de rocío
sobre la naturaleza exuberante.
Alicante, en cambio, huele a mar
a contaminación acústica,
a romero, almendras y olivos.
Y ésta es la tierra
donde mi madre entierra sus raíces,
lugar en el que conviven pasado y presente.
con su cielo gris, alguna vez azul.
La niebla amanece contigo.
Los ruidos que te despiertan
en este remanso unido al mundo
son los de la naturaleza.
Ahora está más poblado.
Pero el tráfico se resiste
a instalarse en sus calles.
Las casas de alrededor
que crecen en número y tamaño
ya no son de la familia.
Y contrasta con mi Alicante,
lugar de paso en el que pocos,
sólo los valientes, echan raíces.
El esmeralda que alimenta la morriña
no tiene nada que ver
con mis azules y dorados.
El olor también es diferente,
aquí húmedo de rocío
sobre la naturaleza exuberante.
Alicante, en cambio, huele a mar
a contaminación acústica,
a romero, almendras y olivos.
Y ésta es la tierra
donde mi madre entierra sus raíces,
lugar en el que conviven pasado y presente.
lunes, mayo 14, 2012
La casa
Regreso al pasado.
A la casa dónde nacieron
tantos antepasados.
El hogar de leña eterno.
Prendido en la económica
que mora en la cocina.
La fisonomía de la casa ha cambiado.
// También sus habitantes.
Ha crecido, se ha adaptado,
a las necesidades de la vida,
a las responsabilidades,
a las prisas.
Primero desaparecieron las vacas,
los cerdos sucumbieron
unos años después,
todavía quedan las gallinas.
Y para mi esta casa es
un lugar laberíntico y mágico.
En el que aún residen
reminiscencias de travesuras
en habitaciones que permanecen
inmutables desde mi infancia.
De pequeña, en los rincones
de esta casa jugaba
al escondite o a los médicos.
En el cuarto de los juegos,
descubrí que SonGoku
en gallego daba más miedo,
y parecía más fuerte.
De pequeña, cuando veníamos
esta casa se volvía
todo mi universo,
mientras fuera la lluvia fina
alimentaba la vida de los campos.
A veces, cada vez menos,
regreso,
con mi madre
a esta casa que para ella
huele a infancia
y a juegos.
A la casa dónde nacieron
tantos antepasados.
El hogar de leña eterno.
Prendido en la económica
que mora en la cocina.
La fisonomía de la casa ha cambiado.
// También sus habitantes.
Ha crecido, se ha adaptado,
a las necesidades de la vida,
a las responsabilidades,
a las prisas.
Primero desaparecieron las vacas,
los cerdos sucumbieron
unos años después,
todavía quedan las gallinas.
Y para mi esta casa es
un lugar laberíntico y mágico.
En el que aún residen
reminiscencias de travesuras
en habitaciones que permanecen
inmutables desde mi infancia.
De pequeña, en los rincones
de esta casa jugaba
al escondite o a los médicos.
En el cuarto de los juegos,
descubrí que SonGoku
en gallego daba más miedo,
y parecía más fuerte.
De pequeña, cuando veníamos
esta casa se volvía
todo mi universo,
mientras fuera la lluvia fina
alimentaba la vida de los campos.
A veces, cada vez menos,
regreso,
con mi madre
a esta casa que para ella
huele a infancia
y a juegos.
viernes, mayo 11, 2012
La maleta
Tengo hecha la maleta.
He empaquetado la ropa,
el portátil, el inhalador,
el iPod, el cepillo de dientes...
sí, tranquilo, llevo el cargador.
Tu no estás entre las cosas
que llevo conmigo.
Eso me molesta.
Me inquieta y revuelve
viajar sin ti,
alejarme de aquí.
No me gusta echarte de menos.
Dejarte en nuestro hogar.
Lugar al que sé
que quiero volver.
Pero esta vez,
no me cabes en la maleta.
Soy consciente,
de que no te puedo llevar conmigo.
Y me voy.
Ha sido decidido.
Sí, tranquilo, volveré.
He empaquetado la ropa,
el portátil, el inhalador,
el iPod, el cepillo de dientes...
sí, tranquilo, llevo el cargador.
Tu no estás entre las cosas
que llevo conmigo.
Eso me molesta.
Me inquieta y revuelve
viajar sin ti,
alejarme de aquí.
No me gusta echarte de menos.
Dejarte en nuestro hogar.
Lugar al que sé
que quiero volver.
Pero esta vez,
no me cabes en la maleta.
Soy consciente,
de que no te puedo llevar conmigo.
Y me voy.
Ha sido decidido.
Sí, tranquilo, volveré.
miércoles, mayo 09, 2012
Extraños en un tren
Estás en las historias.
En las anécdotas
que dibujan mi pasado.
Fotos en sepia,
en las que nadie sonríe.
Y ya no estás en mi presente.
No importa, ni antes, ni ahora.
No me perturba.
No inquieta noches en vela.
Sin embargo se revela cruel
que vivir sin alguien,
sea tan simple,
tras habernos compartido.
¡Qué injusta
la condición humana!
Ni siquiera parece extraño
no recordarte
hasta que no aparece el suceso
en el que sólo actúas
como parte del reparto.
Tal vez como parte del aprendizaje
que los dos necesitábamos.
Tanto tiempo juntos.
Y hoy importa tan poco.
Agradezco que seas feliz,
lejos de mi.
En las historias
simplemente eres
alguien a quien conocí.
Si algún día te acercas,
espero recordarte,
aunque no prometo nada.
Puede que te pregunte:
Nos conocimos, ¿verdad?
¿Sonreirás?, quizás no.
Sería esperar demasiado.
Y tras ese instante
volverás a ese lugar
en las sombras
que ocupas ahora.
A las fotografías
envejecidas,
en las que las sonrisas
se borran.
Siendo sólo actor
secundario
en las anécdotas
que construyen
mi pasado.
Probablemente,
en algún momento,
ya no muy lejano,
me ataque el alzheimer
y se me olvide
escribir tu nombre
en los créditos.
En las anécdotas
que dibujan mi pasado.
Fotos en sepia,
en las que nadie sonríe.
Y ya no estás en mi presente.
No importa, ni antes, ni ahora.
No me perturba.
No inquieta noches en vela.
Sin embargo se revela cruel
que vivir sin alguien,
sea tan simple,
tras habernos compartido.
¡Qué injusta
la condición humana!
Ni siquiera parece extraño
no recordarte
hasta que no aparece el suceso
en el que sólo actúas
como parte del reparto.
Tal vez como parte del aprendizaje
que los dos necesitábamos.
Tanto tiempo juntos.
Y hoy importa tan poco.
Agradezco que seas feliz,
lejos de mi.
En las historias
simplemente eres
alguien a quien conocí.
Si algún día te acercas,
espero recordarte,
aunque no prometo nada.
Puede que te pregunte:
Nos conocimos, ¿verdad?
¿Sonreirás?, quizás no.
Sería esperar demasiado.
Y tras ese instante
volverás a ese lugar
en las sombras
que ocupas ahora.
A las fotografías
envejecidas,
en las que las sonrisas
se borran.
Siendo sólo actor
secundario
en las anécdotas
que construyen
mi pasado.
Probablemente,
en algún momento,
ya no muy lejano,
me ataque el alzheimer
y se me olvide
escribir tu nombre
en los créditos.
martes, mayo 08, 2012
Venencia
Empiezo a hablar
a mitad de la conversación
que ha quedado colgada
entre las líneas
que nos dibujan.
Continúo divagando
sin estar segura
de que sigues las miguitas
que deberían
señalarte el camino,
que quedan sueltas
a tu albedrío
de darles un hogar
o mandarlas al olvido.
Tus ojos, ya cansados
de obviar lo evidente,
se cierran;
yo suspiro,
seguramente para coger fuerzas
para seguir pensando
en voz alta,
intentando explicarme
lo que no entiendo.
Pero finalmente me rindo
y termino, como siempre
confusa
y entre tus brazos,
sabiendo que el diálogo
no ha terminado,
que seguirá en mi cabeza
y la retomaré
otro día
que no estemos agotados.
a mitad de la conversación
que ha quedado colgada
entre las líneas
que nos dibujan.
Continúo divagando
sin estar segura
de que sigues las miguitas
que deberían
señalarte el camino,
que quedan sueltas
a tu albedrío
de darles un hogar
o mandarlas al olvido.
Tus ojos, ya cansados
de obviar lo evidente,
se cierran;
yo suspiro,
seguramente para coger fuerzas
para seguir pensando
en voz alta,
intentando explicarme
lo que no entiendo.
Pero finalmente me rindo
y termino, como siempre
confusa
y entre tus brazos,
sabiendo que el diálogo
no ha terminado,
que seguirá en mi cabeza
y la retomaré
otro día
que no estemos agotados.
lunes, mayo 07, 2012
Simple
Se amaban.
Ese amor que de aparecer...
sólo sucede una vez en la vida.
Pero hubo a quién nunca
le pareció bien.
Ese amor que les hacía felices.
Que llenaba estancias antes vacías.
De besos, de sonrisas, de caricias.
Ellos no lo escondieron.
Porque era honesto y sencillo.
Simplemente se amaban.
Hubiese sido mucho más complejo...
negar ese amor que de aparecer...
nadie debería dejar pasar.
Ese amor que de aparecer...
sólo sucede una vez en la vida.
Pero hubo a quién nunca
le pareció bien.
Ese amor que les hacía felices.
Que llenaba estancias antes vacías.
De besos, de sonrisas, de caricias.
Ellos no lo escondieron.
Porque era honesto y sencillo.
Simplemente se amaban.
Hubiese sido mucho más complejo...
negar ese amor que de aparecer...
nadie debería dejar pasar.
sábado, mayo 05, 2012
Anacoreta
Y somos tu y yo,
inacabados,
los que volvemos
a este erial
de sentimientos
confusos
y tránsfugas.
Y nos acomodamos
como quien llega al hogar
después de mucho tiempo.
Y nos entregamos
a la contemplación
del cuerpo ajeno,
de ese ente de piel,
sangre y de huesos
que se echa de menos
pero que nunca
resulto necesario
para seguir viviendo.
inacabados,
los que volvemos
a este erial
de sentimientos
confusos
y tránsfugas.
Y nos acomodamos
como quien llega al hogar
después de mucho tiempo.
Y nos entregamos
a la contemplación
del cuerpo ajeno,
de ese ente de piel,
sangre y de huesos
que se echa de menos
pero que nunca
resulto necesario
para seguir viviendo.
viernes, mayo 04, 2012
Suspensión
Estoy como las partículas
de un sólido que no se disuelve
en un medio hostil, líquido.
Sin alcanzar la mezcla homogénea
de las partes de nosotros
que son compatibles.
Rechazando la transformación
de nuestra vida
hacia un medio continuo,
uniforme,
que nos permita unirnos;
convertirnos en doctrina objetiva
de la subjetividad del contexto.
Y precipito,
produciendo la materia
residual que se deposita
en el fondo del continente
de los sentimientos
indefinidos.
de un sólido que no se disuelve
en un medio hostil, líquido.
Sin alcanzar la mezcla homogénea
de las partes de nosotros
que son compatibles.
Rechazando la transformación
de nuestra vida
hacia un medio continuo,
uniforme,
que nos permita unirnos;
convertirnos en doctrina objetiva
de la subjetividad del contexto.
Y precipito,
produciendo la materia
residual que se deposita
en el fondo del continente
de los sentimientos
indefinidos.
miércoles, mayo 02, 2012
Periódico puro
Vengo aquí y me siento.
Oyendo como la vida
fluye entre las lápidas.
Hablándote
frente a paredes
de nichos llenos.
Te visito una vez al mes.
Y no es suficiente
para no echarte de menos.
No traigo flores.
No limpio esta tumba
que no te contiene.
Pero me acerco,
dando un paseo,
una vez al mes.
Y aprovecho
para contarte
lo que acontece.
Te digo que me acordé de ti
el otro día por algún motivo tonto,
y se detuvo el tiempo.
En primavera te anuncio
que en otoño,
seremos otra vez abuelos.
Te explico las travesuras,
las preocupaciones,
las buenas nuevas.
A veces, repaso contigo
las comidas familiares,
en las que ya no estás,
en las que yo te echo de menos.
Te enumero los cambios.
Me confieso en este lugar
poblado de pajarillos y cipreses,
como antes repasaba el día
en la cama que compartíamos.
Mas, ahora sólo lo hago una vez al mes,
en la que vengo a visitarte
y me siento a tomar el sol
y a hablar contigo de la vida.
Pero más que nada, vengo,
a recordarnos, y contarte
que te echo de menos.
Oyendo como la vida
fluye entre las lápidas.
Hablándote
frente a paredes
de nichos llenos.
Te visito una vez al mes.
Y no es suficiente
para no echarte de menos.
No traigo flores.
No limpio esta tumba
que no te contiene.
Pero me acerco,
dando un paseo,
una vez al mes.
Y aprovecho
para contarte
lo que acontece.
Te digo que me acordé de ti
el otro día por algún motivo tonto,
y se detuvo el tiempo.
En primavera te anuncio
que en otoño,
seremos otra vez abuelos.
Te explico las travesuras,
las preocupaciones,
las buenas nuevas.
A veces, repaso contigo
las comidas familiares,
en las que ya no estás,
en las que yo te echo de menos.
Te enumero los cambios.
Me confieso en este lugar
poblado de pajarillos y cipreses,
como antes repasaba el día
en la cama que compartíamos.
Mas, ahora sólo lo hago una vez al mes,
en la que vengo a visitarte
y me siento a tomar el sol
y a hablar contigo de la vida.
Pero más que nada, vengo,
a recordarnos, y contarte
que te echo de menos.
martes, mayo 01, 2012
Relax
Me gustan los días vagos,
en los que fuera brilla el sol
pero nosotros permanecemos
en la cama remoloneando.
Esos días en lo que conquistamos
el sofá para ver juntos
cualquier cosa que echen en la tele
mientras nos hacemos mimos.
Los días en los que la casa
se vuelve todo nuestro mundo
y me ayudas a hacer la comida
o a limpiar las pelusas que acumulamos.
Odio los fines de semana
en los que no tengo
algún día de esos
en los que remolonear
a tu lado.
en los que fuera brilla el sol
pero nosotros permanecemos
en la cama remoloneando.
Esos días en lo que conquistamos
el sofá para ver juntos
cualquier cosa que echen en la tele
mientras nos hacemos mimos.
Los días en los que la casa
se vuelve todo nuestro mundo
y me ayudas a hacer la comida
o a limpiar las pelusas que acumulamos.
Odio los fines de semana
en los que no tengo
algún día de esos
en los que remolonear
a tu lado.
lunes, abril 30, 2012
Lo que yo escribo, lo que tu interpretas
Javi siempre me recuerda la diferencia entre lo que yo escribo y lo que los demás interpretan. Siempre dice que esta seguro de que si la mitad de los autores levantasen la cabeza y viesen lo que los estudiosos y no tan estudiosos dicen que querían decir se estarían riendo hasta el fin de los días.
La anécdota que mejor lo explica es la de este poema:
La verdad es que había leído en la prensa que una madre había matado a su hijo de tres años. Y la explicación más fuerte que se me ocurría para esto era un momento de locura. Un pequeño ejercicio de empatía. Empecé a pensar en cómo sería la mañana siguiente a ese suceso y salió esto. Tiene tres partes diferenciadas.
Finalmente me gusta más la idea de otra persona sobre lo que yo he escrito, el aborto en este caso. Es más controvertido y realmente considero que casa mejor. Además, ¿existe realmente diferencia entre las tres interpretaciones? En ningún momento ha pretendido ser un juicio de valor, sólo una expresión de sentimientos, en este caso de culpabilidad. La criminalización nunca la hago yo. Pero lo mejor de este poema es que tiene la fuerza suficiente para revolverte en tu asiento.
La anécdota que mejor lo explica es la de este poema:
Desapareció la luz;Era un trabajo de clase en el que teníamos que usar 8 palabras (que por cierto no recuerdo). La primera vez que lo leí en clase, fue como lo he expuesto, sin título, la gente lo entendió como el final de una relación y entonces era un buen poema. Cuando lo leyó mi madre, me miró asombrada y me dijo: "Hija, esto va sobre un aborto". Supongo que se asombró porque sabe que no ha pasado. Pero lo cierto es, que hablándolo con ella, me gustó y al final decidí que ese iba a ser el título: Aborto. Ahí llegó el conflicto en clase, porque lo tomaron como una declaración política. Que nunca fue, no fue más que la expresión de sentimientos. Me sorprendió la reacción de la gente y mentí -creé otra historia- que eran las sensaciones de alguien cercano que había pasado por ello, para darle más fuerza.
silencio;
quedé a oscuras.
Un llanto en mi interior.
He despertado en una habitación,
blanca, acolchada, desnuda;
mi garganta absorbe la sensación
de pánico tras la locura.
En un momento de realidad
amanece, rígida, la cordura.
Vuelvo a aquel instante,
recuerdo,
no quiero revivirlo,
te niego.
Duermo.
Te maté.
No fue mi imaginación.
Estrangulé tu infancia.
Cedió la respiración.
Entre mis manos, murió tu tiempo.
La verdad es que había leído en la prensa que una madre había matado a su hijo de tres años. Y la explicación más fuerte que se me ocurría para esto era un momento de locura. Un pequeño ejercicio de empatía. Empecé a pensar en cómo sería la mañana siguiente a ese suceso y salió esto. Tiene tres partes diferenciadas.
Finalmente me gusta más la idea de otra persona sobre lo que yo he escrito, el aborto en este caso. Es más controvertido y realmente considero que casa mejor. Además, ¿existe realmente diferencia entre las tres interpretaciones? En ningún momento ha pretendido ser un juicio de valor, sólo una expresión de sentimientos, en este caso de culpabilidad. La criminalización nunca la hago yo. Pero lo mejor de este poema es que tiene la fuerza suficiente para revolverte en tu asiento.
PD: Durante la composición de este poema no se mató a ningún niño. (Humor negro).
martes, abril 24, 2012
La importancia de las palabras
Así, con la vida rota y un bebé entre los brazos salían Almudena y Alberto del hospital. El médico les había dicho que las complicaciones en el parto de su hija adolescente habían llevado a su muerte. Las tres personas que abandonaban la residencia eran diferentes a aquellas que habían entrado. Y las tristezas también.
No lloraron en el funeral y en casa estaban muy atareados con el pequeño y el día a día. Una mañana el niño, bastante callado hasta entonces, balbuceó una palabra.
Alberto encontró a Almudena llorando en el suelo de la cocina.
- ¿Qué ha pasado?
- Ha dicho, mamá.
No lloraron en el funeral y en casa estaban muy atareados con el pequeño y el día a día. Una mañana el niño, bastante callado hasta entonces, balbuceó una palabra.
Alberto encontró a Almudena llorando en el suelo de la cocina.
- ¿Qué ha pasado?
- Ha dicho, mamá.
sábado, abril 21, 2012
Cuando falla el contenido
Es injusto.
Que el colchón memorice
tus formas,
mientras yo olvido
los recuerdos
que atesoro
en los que sonríes.
Atándome.
En ellos había
pequeñas arrugas
de felicidad enmarcando
tu mirada.
Hogareña
como las manzanas asadas
que devorábamos
tras salir del horno.
Dulce,
como el arroz con leche de coco
que preparábamos
en cualquier momento.
Es injusto.
Que algún día,
yo,
sujeto impaciente,
ya no recuerde
la felicidad,
los instantes que nos vieron crecer...
No quiero que falten las lágrimas
pero tampoco renunciaré
a un sólo beso.
Y sin embargo,
es injusto,
que te abrace una cama
capaz de recordar tus recovecos.
Mientras yo pierdo
el amor
al compás
de caída libre
del tiempo.
Que el colchón memorice
tus formas,
mientras yo olvido
los recuerdos
que atesoro
en los que sonríes.
Atándome.
En ellos había
pequeñas arrugas
de felicidad enmarcando
tu mirada.
Hogareña
como las manzanas asadas
que devorábamos
tras salir del horno.
Dulce,
como el arroz con leche de coco
que preparábamos
en cualquier momento.
Es injusto.
Que algún día,
yo,
sujeto impaciente,
ya no recuerde
la felicidad,
los instantes que nos vieron crecer...
No quiero que falten las lágrimas
pero tampoco renunciaré
a un sólo beso.
Y sin embargo,
es injusto,
que te abrace una cama
capaz de recordar tus recovecos.
Mientras yo pierdo
el amor
al compás
de caída libre
del tiempo.
jueves, abril 19, 2012
Muda
Me mata esta estabilidad
este estar pacífico
en el que nada cambia.
Y aunque sea hermoso
esta pasividad me inquieta,
me revuelve,
me da miedo.
No logro concentrarme
viviendo en ella.
Me gusta cuando todo se acelera
cuando las emociones son tantas
que sólo tienes segundos para digerirlas.
Me siento cómoda en el cambio,
durante el instante en que transito
de un lugar a otro velozmente
sin presente para examinarlo;
sólo consigo disfrutarlo,
o tal vez sufrirlo.
El tiempo, siempre viene después...
y me deja analizarlo todo
lo que fue bien
lo que hice mal,
lo que quedó por hacer,
lo que nunca pudo ser...
Y ese análisis siempre deja las mismas huellas
las decisiones
aunque apresuradas
son correctas en esa vorágine
que acompaña al tornado
que arrasa la serenidad anterior.
Siempre nos mueven hacia adelante
en la dirección acertada
porque no hay nada que nos distraiga
y únicamente queda el corazón.
Ese músculo que conoce
lo que la mente consciente
decide ignorar.
No he encontrado muchas personas
que acepten el cambio
como la parte de la vida
que nos hace humanos,
falibles e imperfectos,
grandiosos y excelsos.
Y se rebelan,
se oponen,
lo niegan,
lo denostan;
como si fuese algo malo
que hay que eliminar.
Y sin embargo es el momento
de transformación
que nos permite crecer
y mejorar el mundo.
El segundo de nuestras vidas
en el que somos puro sentimiento.
Es el instante en el que somos sólo la esencia
que existe dentro de nosotros.
Nada más
y nada menos.
este estar pacífico
en el que nada cambia.
Y aunque sea hermoso
esta pasividad me inquieta,
me revuelve,
me da miedo.
No logro concentrarme
viviendo en ella.
Me gusta cuando todo se acelera
cuando las emociones son tantas
que sólo tienes segundos para digerirlas.
Me siento cómoda en el cambio,
durante el instante en que transito
de un lugar a otro velozmente
sin presente para examinarlo;
sólo consigo disfrutarlo,
o tal vez sufrirlo.
El tiempo, siempre viene después...
y me deja analizarlo todo
lo que fue bien
lo que hice mal,
lo que quedó por hacer,
lo que nunca pudo ser...
Y ese análisis siempre deja las mismas huellas
las decisiones
aunque apresuradas
son correctas en esa vorágine
que acompaña al tornado
que arrasa la serenidad anterior.
Siempre nos mueven hacia adelante
en la dirección acertada
porque no hay nada que nos distraiga
y únicamente queda el corazón.
Ese músculo que conoce
lo que la mente consciente
decide ignorar.
No he encontrado muchas personas
que acepten el cambio
como la parte de la vida
que nos hace humanos,
falibles e imperfectos,
grandiosos y excelsos.
Y se rebelan,
se oponen,
lo niegan,
lo denostan;
como si fuese algo malo
que hay que eliminar.
Y sin embargo es el momento
de transformación
que nos permite crecer
y mejorar el mundo.
El segundo de nuestras vidas
en el que somos puro sentimiento.
Es el instante en el que somos sólo la esencia
que existe dentro de nosotros.
Nada más
y nada menos.
martes, abril 17, 2012
... de verano
Tu amor.
Rojo.
Como la sangre que brotaba de tu piel
del color del carbono en combustión incompleta.
Mi pasión.
Turquesa.
Como el mediterráneo que sivió de escenario
para encuentros clandestinos y vacíos de promesas.
Tu pupila.
Mis poemas.
Tus gemidos.
Mi tristeza.
Rojo.
Como la sangre que brotaba de tu piel
del color del carbono en combustión incompleta.
Mi pasión.
Turquesa.
Como el mediterráneo que sivió de escenario
para encuentros clandestinos y vacíos de promesas.
Tu pupila.
Mis poemas.
Tus gemidos.
Mi tristeza.
lunes, abril 16, 2012
Sanar
Me despido
en este domingo que no se acaba
en este lunes que no termina de empezar.
Me desprendo
de este instante que arranca
de esta vida que no espera.
Me exorcizan
mi sonrisa que no se achanta
mientras mis pasos se aceleran.
Me depuran
las lágrimas que no rebasan
las tristezas que ya no me drenan.
en este domingo que no se acaba
en este lunes que no termina de empezar.
Me desprendo
de este instante que arranca
de esta vida que no espera.
Me exorcizan
mi sonrisa que no se achanta
mientras mis pasos se aceleran.
Me depuran
las lágrimas que no rebasan
las tristezas que ya no me drenan.
viernes, abril 13, 2012
Líneas de tinta en hojas de papel
Un tratado sobre la libertad y la autoestima
i
Vivía en folios de papelmilimetrado, triste,
con suelo amarillento
y paredes marrones.
Habitaba allí
cuando decidí olvidar
como fabricar
mi mundo con palabras.
Tomando la decisión
de negarme.
Intenté dibujarlo
de números,
mucho más reputados,
que nunca llegaban
a explicar
lo que quería decir;
ni lograban consolar
lo que callaban.
ii
Me mudé,a las hojas
de papel cuadriculado
intentando tener más espacio
para dejar entrar más...
para que al menos cupiese algo
que no fuese sólo yo.
Y sin embargo,
sus paredes azules
parecían cortarme
las alas que construí,
/*supongo que para huir
de esa cárcel de líneas de tinta,*/
queriendo ser perfecta
Mi imaginación, inquieta,
siguiendo modas impropias,
había llegado a la conclusión,
que si no números
se podía expresar
con imágenes,
realidad restaurada
con algún programa informático
de retoque fotográfico,
que aprendí a usar a medias.
iii
Con los años,la vida, los amigos,
las decepciones,
los fracasos,
las victorias...
he aprendido a aceptarme.
He vuelto
a asir y anclar,
mi mundo con palabras
que se deslizan
rebeldes y veloces
sobre papel de rayas.
Este nuevo espacio
que he conquistado
tiene la ardua tarea
de equilibrar la dicotomía
de darme libertad suficiente
y controlar que no me vaya
por las ramas;
mientras experimento
como despegar mis pies,
para después lograr
aterrizar sin hacer(nos) daño
sobre esas rayas
que consiguen,
no sin esfuerzo,
mantener el rumbo
de este barco a la deriva
que construye mi multiverso
de amor, y otras palabras,
de hermoso significado.
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